Un episodio ocurrido este fin de semana ha vuelto a poner sobre la mesa un debate sobre la frágil situación que enfrenta la salud pública. Un médico del Hospital Argerich, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, fue confrontado por pacientes que se quejaron de la lenta atención: “Hace cuatro horas que estamos”, expresó una de las personas presentes.
Desbordado por el trabajo, el profesional les preguntó de dónde venían para recibir atención. La Plata, Florencio Varela, Zapiola, Avellaneda y Aldo Bonzi fueron las respuestas. Esto llevó al médico a realizar un reclamo contundente: “Ninguno viene de La Boca. Yo acá atiendo y tengo una capacidad de recursos para pacientes de la Capital Federal, especialmente de La Boca. Por eso estoy sobrepasado de trabajo. Todo el mundo viene para acá”.

“Yo atiendo a quiénes puedo atender porque este hospital de oncología se lavó las manos”, señaló, aludiendo a IOMA, obra social de Provincia de Buenos Aires. Después de prometerles que de todas formas los atendería, los pacientes se ofuscaron e incluso amenazaron con “quemar todo”.
El proyecto de Macri para priorizar la salud de los porteños
Tras el episodio, el jefe de Gobierno de la Ciudad, Jorge Macri, criticó duramente el sistema de salud de la Provincia de Buenos Aires. En este sentido, afirmó que está estableciendo un sistema de diagnóstico y atención en el que los habitantes de la Ciudad tengan prioridad, dado que son quienes financian el servicio y sufren las demoras debido al colapso generado por los residentes de Buenos Aires que, por la deficiente atención que reciben, se ven forzados a trasladarse a Capital Federal.
“Esto que sucede es algo histórico, pero está alcanzando su pico de complejidad más alto. El nivel de desmanejo y desinversión en la salud pública a nivel provincial es grave”, sentenció el mandatario.
Paradójicamente, el uso de la salud pública en la CABA se reparte casi equitativamente. El 60% corresponde a residentes de la Ciudad y el 40% proviene de otras localidades, mayoritariamente del conurbano bonaerense. Este índice permaneció relativamente estable durante varios años, aunque las autoridades sanitarias porteñas están vigilantes, ya que creen que la demanda de personas de otras provincias podría aumentar debido a la situación económica.
“La mayoría de los municipios desde donde dicen que vienen no tienen salud municipal. Nosotros hacemos un gran esfuerzo, pero tiene un límite. Nuestra responsabilidad es tratar de priorizar al vecino que sostiene al sistema público”. Asimismo, aclaró que “este sistema no regirá para los casos de emergencia o en que corra riesgo la vida del paciente”. En el mismo sentido, instó a la Provincia de Buenos Aires a “asumir su responsabilidad en salud en su lugar de origen”.