La ola de inseguridad, las consultas banales domiciliarias y la escasez de médicos de guardia, empujó a la Cámara de Empresas de Emergencias Médicas a evaluar seriamente una restricción en las atenciones presenciales en el horario nocturno de 22 a 7 para volver a reimplantar una receta de la Pandemia: la consulta por videollamada o bien telefónica.
Por otra parte, lo único que se mantiene inalterable son los servicios domiciliarios de urgencias y emergencias ante un código amarillo o rojo. Vale recalcar que la Cámara de Empresas de Emergencias Médicas y Medicina Extrahospitalaria de Santa Fe agrupa a casi la totalidad de las firmas que prestan servicios en toda la ciudad de Rosario.
A través de un comunicado dejaron entrever a la población que producto de la inseguridad y del incremento incesante de incidentes de actos de violencia: “Nos encontramos evaluando restringir atenciones y visitas banales domiciliarias en horario nocturno; esto es, desde las 22 y hasta 7”.
En su reemplazo, las inquietudes que se categorizan así en las centrales telefónicas se canalizarían a través de los métodos de videoconsulta o bien atención medica telefónica, según corresponda. Este cambio de receta implicaría volver a lo que se aplicó en los tiempos de Pandemia, donde se pusieron en marcha los sistemas remotos de atención en domicilios con buenos resultados.
La entidad nuclea a casi todas las empresas de servicios domiciliarios como Ecco, Urgencias, Emerger, Vittal. Y si bien las fuentes consultadas admiten que han sufrido actos de robos en las unidades, el tema central es cambiar al abordaje de la denominada consulta domiciliaria banal (dolor de garganta, resfrío, malestar estomacal, dolores de cintura, entre otras).
El problema radica ahora en la creciente ola de inseguridad, pero existen además otros factores que cooperan a virar todo lo domiciliario nocturno al “médico online”. “Estamos enviando un médico a domicilio donde lamentablemente existen zonas rojas por un dolor de estómago que se resuelve por otras vías”, explicó uno de sus referentes.
El temor es que a la madrugada, por una inquietud que se puede derivar en la guardia de un sanatorio o bien esperar al médico de cabecera, un profesional a domicilio pueda sufrir la violencia del robo de sus maletines y resultar lastimado. “No queremos exponer tanto a los médicos por una garganta inflamada. Existen alrededor de 50 a 60 profesionales en Rosario que están de turno a la madrugada y padecen la inseguridad en una calle que cada vez se torna más violenta“, destacó el referente.
Entre los robos y la escasez de médicos de guardia, las consultas banales terminan desalentando aún más a los profesionales a sostenerse dentro de esta actividad. “Estamos en pleno proceso de análisis como para llevar adelante la medida de suspender las consultas nocturnas, porque hay un acuerdo generalizado en el sector. Y si bien aún no está puesto en marcha, lo que sí queremos ya es que se tome conciencia en la población del riesgo que implica para un médico responder a una visita domiciliaria cuando no es de suma urgencia”, finalizó.