La pequeña localidad del sur bonaerense de Quequén, separada de Necochea por el curso del río Quequén Grande, vive en estos momentos una seguidilla de oscuros episodios de persecución, despidos y sumarios que, hasta el momento, se había mantenido en el más hermético de los silencios.
Días atrás, la Asociación Nuevo Municipio para Quequén denunció la grave persecución que está encabezando el intendente Arturo Rojas para con cualquiera que se atreva a cuestionar su gestión, especialmente en el plano de la salud.
Uno de los últimos episodios lo sufrió la enfermera María del Carmen González, quien fue sumariada tras participar de un reclamo de mejoras en el hospital José Irurzun. De acuerdo a Rojas, la trabajadora de la salud se habría quejado sobre la quita de los servicios de oncología y esterilización.
A pesar de la validez del reclamo, el municipio procedió a sumariarla. “Las autoridades faltan a la verdad ya que nunca lo dijo ella, sino que fueron dichos que pronunció la propia dirección del hospital”, aseguraron desde la asociación. “Además, ya son muchos en el personal de salud que fueron amenazados, censurados y silenciados por la intendencia, que sólo quiere inculcar el miedo en la sociedad, como le sucedió a María, que sólo reclama sus derechos como persona que padece un cáncer”, explicaron.
“Le decimos al señor Arturo Rojas, que Quequén se cansó de sus atropellos. Que no vamos a permitir más quitas de servicios tanto en salud como en cualquier otro”, aseguraron. “Esto no es sólo una negación de la libertad, sino también la negación al progreso social”.
En efecto, los reclamos en materia de salud al intendente Rojas se mantienen al día, aunque sin respuesta alguna del municipio. “Las urgencias que atraviesa nuestro hospital se chocan una y otra vez con las palabras vacías, los eufemismos y los ‘tal vez’ que nunca llegan”, advirtieron.
Entre los problemas más acuciantes del hospital se destacan la utilización de un autoclave obsoleto, pero que se usa a falta de otro. El sector de Esterilización utiliza el vetusto aparato para esterilizar todo el material procedente del hospital Irurzun, de los numerosos CAPS, del hogar Raimondi y del hospital Taraborelli, lo que implica un importante volumen de trabajo.
Además de ellos, los hornos para esterilizar material metálico no funcionan, el sector no cuenta con baño y se debe utilizar uno contiguo que fue clausurado por la dirección, no hay un mínimo espacio reglamentario para la máquina de óxido de etileno, y un largo etcétera que, a pesar de los muchos pedidos y presentaciones de notas, las autoridades han ignorado. Mientras tanto, para todo aquel que se queje o eleve un reclamo, el destino es el del sumario, el traslado o la no renovación de su contrato.
*Fuente: REALPOLITIK