16 de diciembre del año 2010, un día muy fresco y triste. Parque Leloir, Partido de Ituzaingó, provincia de Buenos Aires. Un chalet ostentoso con un quincho detrás, en donde se encontraban varios familiares vinculados con el Clan Moyano, sin embargo, nada era alegría porque uno de los herederos se encontraba desahuciado tras la pérdida de su ahora difunta ex pareja Patricia Villares.
Se trataba en ese entonces de la compañera de vida de Pablo Moyano, quien por aquel entonces estaba al frente de la Tesorería del Sindicato de Choferes de Camiones de Buenos Aires. Su pérdida le amargó las fiestas a la familia sindical más poderosa del país, a causa de una mala praxis generada como consecuencia de una cirugía estética que recayó en una fuerte infección.
Pablo se encontraba en solitario dentro del quincho, en un costado muy lejano. De pronto, hubo nuevos gritos y lágrimas en Parque Leloir. Según afirma una fuente muy anónima de este portal, que familiares de Patricia recibieron un llamado el mismo día, en el que la conyugue del patriarca Hugo Moyano, Liliana Zulet, les comunicaba la desvinculación total del gremio.
Al enterarse de ello, el actual secretario adjunto de Camioneros y vicepresidente del Club Atlético Independiente, puso el grito en el cielo y, de inmediato, habría llamado a su padre para recitarle un rosario de insultos. “Un pelo de concha te tira más que la sangre”, afirmaron a Data 24 que llegó a lanzar entre diversas frases.
Fuentes oficiales remarcaron a este portal que la sorpresa fue total ante la reacción inherente de Pablo al recibir tal noticia, porque tanto él como su hermano Facundo Moyano son fieles comodoros a su padre. Pero en aquella situación todo culminó con una grave trifulca familiar que se arrastra hasta los tiempos actuales.
La mujer que domina “La Grieta” en el Clam Moyano
Zulet es la encargada de la caja principal de la obra social de Camioneros, pero no sería de una forma responsable porque “los números están en rojo” y “hasta a veces se debe sacar dinero de Independiente para reponer los huecos financieros en el sindicato”. A tal punto de que “no pasa de la semana que Liliana en seguida está llamando a Hugo para pedirle más billetes”.
Se estimaría que dichos gastos no son para gestionar algo que tenga que ver con el sindicato de mayor peso en el país, sino más bien para poder darse gustos individuales. “Puede que seguro hasta tenga algún pendejo por ahí, a espaldas de Hugo”, contaron a este portal.
Ante las preguntas sobre los números que se manipulan en el gremio, anónimos afirmaron que oscilaría entre los 3 y 5 mil millones de pesos netos, sacando los beneficios y cuotas. Lo cual desaparecería “en cuestión de días increíblemente”.
Más allá de todo, la nueva y secreta pareja de Pablo habría llegado a tener pocas pulgas con la conyugue del patriarca Moyano, a tal punto de repensar si irse a las manos. Finalmente, no se ha sobrepasado el límite como tal, pero Hugo no estaría transitando la mejor de las relaciones con sus hijos. Quienes a veces ya ni le hablan.
Una lucha de poder, entre la caja de la obra social y negocios pesados
Pablo quedó integrante del triunvirato que lidera la Corriente Federal de Trabajadores (CFT), pero sus pies fueron expulsados de la conducción de la poderosa Federación de Camioneros y del Club Atlético Independiente. Gracias a la presión interna de Zulet, y obviamente con el aval de Hugo.
En ámbitos gremiales no es una novedad que la relación entre el jefe histórico con sus hijos más belicoso no pasa por el mejor de los momentos, en todo caso la novedad que circula entre voceros del gremio es que la pelea de fondo es entre Pablo y la actual esposa de su padre, Liliana Zulet.
“La pelea entre Liliana y Pablo lleva años, pero en los últimos tiempos se puso más áspera de los habitual”, anunció un anónimo a este medio un vocero que conoce muy bien lo que pasa en Camioneros y el clan familiar. “Nunca se llevaron bien pero ahora la pelea es por la caja de la obra social y el control de la sucesión de los negocios”, sentenciaron a Data 24. Zulet, además de ser la tercera esposa de Moyano, ha sido en los últimos años una figura de mucha influencia, administra la empresa Iarai SA, la gerenciadora de los sanatorios y geriátricos de la obra social.
“Ahora va por Pablo, a sabiendas del deterioro del vínculo con Hugo y para ellos cuenta con el aval del resto de los hermanos”, dicen en la sede de Camioneros. Según esas fuentes, el objetivo de ella es que el gremio quede en manos tarde o temprano de su único hijo con su actual esposo: Jerónimo Moyano, un joven de 21 años que se desempeña como secretario de la Juventud de Camioneros y con cada vez más influencia tanto en el gremio como en Independiente.
Quienes siguen al “Rojo” de Avellaneda comentan que el hijo menor se “ha convertido en el dueño de Independiente”. Y, como si fuera poco, Zulet va de candidata a vocal en la lista del oficialismo que encabeza su marido. Dentro de Camioneros está haciendo recorridas por las delegaciones del conurbano bonaerense y el interior y también en empresas con una fuerte presencia del gremio.
Se percibe una clara intención del aparato sindical por instalarlo como la imagen de la renovación, pese a su escasa experiencia y corta edad. En la interna familiar no sólo tiene el empuje de su madre, sino que además se lleva muy bien con algunos de sus hermanos. ¿Con Facundo será buena?
De todas formas, en el seno del gremio creen que no se puede subestimar al dirigente más polémico porque, si bien quedó afuera de la conducción de la Federación, es el secretario adjunto de la seccional de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y del territorio bonaerense, con el mayor peso de afiliados. Y piensa subir su perfil dentro de la Confederación General del Trabajo (CGT) para seguir vigente y no perder la interna familiar.