En una reciente entrevista, el expresidente Donald Trump propuso un cambio radical en la política de inmigración de Estados Unidos, sugiriendo la otorgación automática de tarjetas de residencia a estudiantes extranjeros que se gradúen de universidades de ese país. Esta propuesta —que marca un notable alejamiento de su conocida retórica antiinmigrante— fue discutida en el podcast All-In con capitalistas de riesgo e inversores en tecnología.
Durante la entrevista, Trump afirmó que los graduados de universidades estadounidenses deberían recibir automáticamente una tarjeta verde, documento que les permitiría residir y trabajar en el país. “Lo que quiero hacer y lo que haré es que te gradúes de una universidad, y creo que deberías obtener automáticamente, como parte de tu diploma, una tarjeta verde para poder permanecer en este país. Y eso también incluye las universidades junior, cualquiera que se gradúe de una universidad. Vas allí por dos o cuatro años”, declaró Trump, comprometiéndose a abordar esta preocupación desde el primer día de su posible nuevo mandato.
La propuesta de Trump representa una expansión significativa del sistema de inmigración de Estados Unidos, potencialmente beneficiando a cientos de miles de graduados extranjeros.
Además, Trump atribuyó a la pandemia de coronavirus la incapacidad de implementar estas medidas durante su presidencia. Señaló que conoce numerosas historias de graduados de las mejores universidades que desean quedarse en Estados Unidos, pero no pueden obtener visas, lo que los obliga a regresar a sus países de origen, como India y China. Según Trump, muchos de estos individuos se convierten en multimillonarios y crean miles de empleos en sus países natales, en lugar de contribuir a la economía estadounidense.
Horas después de la publicación del podcast, Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la campaña de Trump, emitió una declaración aclarando la propuesta. “El presidente Trump ha esbozado el proceso de investigación más agresivo en la historia de Estados Unidos, para excluir a todos los comunistas, islamistas radicales, partidarios de Hamás, los que odian a Estados Unidos y las cargas públicas. Él cree que sólo después de que se haya llevado a cabo esa investigación deberíamos conservar a los graduados más capacitados que puedan hacer contribuciones significativas a Estados Unidos. Esto sólo se aplicaría a los graduados universitarios más minuciosamente examinados que nunca socavarían los salarios o los trabajadores estadounidenses”, explicó Leavitt.