Según el Instituto Nacional de Estadística de Italia, el país tuvo una expansión del 0,5% del PBI en el primer trimestre de 2023. Esto es cinco veces mayor al promedio de países dentro de la Unión Europea, que solo lograron una expansión del PBI del 0,1%.
En tan solo unos pocos meses de gobierno, Meloni logro que Italia retome el nivel de actividad económica más alta, desde el 2008. Esto también significo recuperar la tendencia de crecimiento que tenía el país antes de la pandemia. Dichas medidas incentivaron el auge de Italia en el plano económico, y no solo con el crecimiento del PBI trimestral.
Lo mismo ocurrió con el Índice compuesto PMI, que muestra la producción industrial y la actividad comercial de servicios. Este índice registró una tendencia alcista desde octubre del año pasado, fecha en la cual asumió Meloni, y repuntó desde los 46 puntos básicos hasta superar los 53 en abril de 2023.
Entre algunas de las medidas que explican el éxito económico se encuentran la desregulación laboral, una disminución del gasto público y las rebajas de impuestos. Esto ha creado incentivos fiscales para la contratación indefinida de jóvenes menores de 30 años y abaratando el costo laboral para las empresas.
Por si fuera poco, para reducir más el gasto, la ministra tiene el objetivo de eliminar próximamente el Ingreso mínimo vital, esto es el equivalente a los planes sociales en Argentina. En síntesis, es un subsidio destinado a la gente que se encuentra en estado de pobreza.
Ante esta acción, numerosos partidarios de la izquierda explayaron que, al quitar este subsidio, Giorgia “está mandando a la gente a robar”. A lo que Meloni respondió en un discurso que se volvió viral “quien pueda trabajar va a trabajar… entre el ingreso de ciudadanía y robar, está la opción de ponerse a trabajar, señores”.