En una encendida intervención, el jefe del bloque PRO en la Cámara de Diputados, Cristian Ritondo, justificó el apoyo de su partido al veto presidencial que bloquea la Ley de Financiamiento Universitario. En su discurso, el legislador señaló que la medida era necesaria para garantizar la transparencia en el uso de los fondos públicos y criticó la herencia económica dejada por el gobierno de Alberto Fernández, la cual, aseguró, tuvo un impacto devastador en el sistema educativo.
“Tenemos que entender cómo llegamos hasta acá, por qué las universidades y el resto del sector público están como están hoy en la Argentina”, afirmó Ritondo al inicio de su intervención, apuntando directamente a la gestión económica de la administración anterior, a la que calificó como “el peor gobierno de la historia”. Según Ritondo, las políticas populistas implementadas en ese periodo llevaron al país a una crisis económica sin precedentes, aumentando el gasto público y provocando un déficit récord. “Nos dejaron una bomba que todos sabíamos que había que desactivar”, subrayó.
El veto presidencial, publicado en el Boletín Oficial a través del decreto 879/24, generó una intensa discusión en la Cámara Baja. La medida fue tomada tras la aprobación de una ley que buscaba ampliar los recursos destinados a las universidades públicas. No obstante, Ritondo y su bloque consideran que, antes de aumentar el financiamiento, es necesario garantizar una mayor rendición de cuentas en cómo se administran estos fondos.
El presidente del bloque también defendió la gestión del PRO en la Ciudad de Buenos Aires: “Nosotros somos parte de un partido político que transformó la educación pública en la Ciudad de Buenos Aires“, afirmó, haciendo referencia a las mejoras en infraestructura y al incremento de la matrícula escolar pública. Además, subrayó el “compromiso” del actual jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, con la continuidad de esta “nueva transformación” en la educación.
En este sentido, el legislador criticó duramente la situación de la educación pública en la provincia de Buenos Aires de Kicillof bajo la influencia del oscuro dirigente sindical, Roberto Baradel. “Si la educación pública es la de Baradel, pobre los argentinos”, exclamó, aludiendo a la falta de avances significativos durante los últimos años y a la complicidad de algunos sectores con la crisis inflacionaria que ha afectado los salarios docentes.
En otro tramo de su discurso, Ritondo criticó al gobierno anterior por la situación en la que dejó al país en diciembre, antes de la asunción de la nueva administración. “La inflación acumulada de más de 1.000% y un Estado con reservas negativas de más de 15.000 millones de dólares es lo que nos dejaron”, acusó, resaltando que esta herencia condiciona las políticas actuales y dificulta las mejoras en el ámbito educativo.
No obstante, reconoció la legitimidad de los reclamos docentes, que exigieron mejores condiciones laborales y salariales. Sin embargo, fue enfático al exigir una mejor gestión del presupuesto educativo por parte del actual gobierno. “A esta altura exigimos una mejor gestión”, afirmó señalando la falta de avances en organismos de control clave como la Auditoría General de la Nación, la cual no fue conformada (pese a su importancia para auditar los gastos en las universidades).
Sobre el final de su discurso, Ritondo hizo un llamado a la responsabilidad política, instando a no repetir los errores del pasado que, según él, llevaron al país a la crisis actual. “No se puede mejorar ni la educación pública ni ninguna política pública si volvemos a quebrar el Estado”, advirtió, refiriéndose al ciclo de déficit y emisión monetaria que destruyeron la economía argentina y profundizado la pobreza.
El jefe del bloque PRO dejó en claro que su partido continuará defendiendo el veto presidencial, destacando la importancia de la coherencia política en tiempos de crisis. “Somos el cambio o no somos nada”, concluyó.
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