Un equipo de neurocientíficos argentinos ganó el Premio Ig Nobel de la Universidad de Harvard

Los Premios Ig Nobel son una "parodia" estadounidense del Premio Nobel, la premisa del galardón es "primero reír y luego la pensar".
rafaela-biazi-470405-unsplash.jpg
10 Years Experiences

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Ut elit tellus, luctus nec ullamcorper mattis, pulvinar dapibus leo.

El neurocientífico Adolfo García y su equipo se destacaron en el Ig Nobel 2023, el premio más innovador otorgado por la Universidad de Harvard, por su investigación sobre las particularidades del cerebro de las personas que tienen la habilidad de hablar de forma inversa. Este estudio —realizado por expertos de Argentina y España— recibió el galardón debido a su capacidad para combinar elementos llamativos con una sólida base científica.

Este galardón se caracteriza por honrar logros que “primero hacen reír y luego pensar” y, en este caso, fue otorgado a una investigación publicada en la revista Scientific Reports. El grupo de investigadores que fueron reconocidos está integrado por María José Torres-Prioris, Diana López-Barroso, Estela Cámara, Sol Fittipaldi, Lucas Sedeño, Agustín Ibáñez, Marcelo Berthier y Adolfo García.

Adolfo García on Twitter: “Our study on backward speech received an @IgNobel prize! Congrats to @MJTorresPrioris, @DianaLopBarr, Estela Càmara, @SolFittipaldi, Lucas Sedeño, @AgustinMIbanez , and @MLBerthier. We received the award from Nobel laureate Esther Duflo. https://t.co/SVCS1TuLmf pic.twitter.com/8zEZubz8GI / Twitter”

Our study on backward speech received an @IgNobel prize! Congrats to @MJTorresPrioris, @DianaLopBarr, Estela Càmara, @SolFittipaldi, Lucas Sedeño, @AgustinMIbanez , and @MLBerthier. We received the award from Nobel laureate Esther Duflo. https://t.co/SVCS1TuLmf pic.twitter.com/8zEZubz8GI

Adolfo García es un destacado especialista en neurociencias del lenguaje y actualmente dirige el Centro de Neurociencias Cognitivas de la Universidad de San Andrés en la provincia de Buenos Aires. Además, es Senior Atlantic Fellow del Global Brain Health Institute de la Universidad de California, San Francisco, investigador asociado de la Universidad de Santiago de Chile y presidente de la red de investigación en traducción TREC.

El Dr. García compartió sus impresiones sobre este reconocimiento en una entrevista con Infobae, donde señaló: “Si bien sabíamos que había un toque de absurdo en este estudio, lo cual concuerda con la esencia del premio Ig Nobel, nunca imaginamos que captaría tanto interés. Ha sido una grata sorpresa”.

En cuanto al enfoque de su investigación, García explicó: “Estudiamos el cerebro de personas que dedican un considerable tiempo de sus vidas a hablar al revés. Gracias a ellos, hemos caracterizado algunos mecanismos biológicos involucrados en la capacidad de secuenciar fonemas. De esta manera, hemos convertido un fenómeno lingüístico muy atípico en una herramienta para comprender un mecanismo fundamental del lenguaje cotidiano”.

El Premio Ig Nobel se destaca por premiar investigaciones inusuales pero significativas que, de otro modo, podrían pasar desapercibidas. Estas investigaciones abordan preguntas curiosas que estimulan la reflexión, como por qué los excrementos de wombat son cuadrados o cuánta saliva produce una persona al día. Desde 1991, aquellos que se dedican a estos temas son honrados en una ceremonia que, aunque solemne, se caracteriza por su enfoque no tradicional y momentos humorísticos.

Detrás de toda la diversión, el premio tiene un objetivo serio: ofrecer una perspectiva alternativa sobre la ciencia y resaltar la importancia de investigaciones que, a primera vista, pueden parecer extrañas. El uso del humor y la simplificación de los temas son herramientas clave para hacer que la ciencia sea accesible y memorable para el público general.

Durante la entrega del premio Ig Nobel, el Dr. García compartió cómo comenzó la investigación: “Me enteré de que el fotógrafo principal de una revista de farándula tenía la costumbre de hablar al revés”. En lugar de decir “viva el tango”, este fotógrafo diría “ognat le aviv”. Durante sesiones fotográficas, grababa sus pronunciaciones al revés y las invertía para pasar el tiempo. García entrevistó a este individuo y confirmó que su habilidad para hablar al revés era excepcional. Fue entonces cuando descubrió la existencia de una comunidad de hablantes inversos, lo que dio origen a su diseño experimental.

El estudio, aunque peculiar, tiene una sólida base científica. La habilidad de hablar al revés sirve como un excelente modelo para estudiar un aspecto fundamental del habla humana: la capacidad de secuenciar fonemas, que son las unidades de sonido en un idioma. Esta habilidad es esencial para distinguir palabras similares, como “caso”, “saco” y “cosa”, y constituye uno de los principios básicos de la comunicación verbal. García añadió: “Básicamente, el habla inversa implica cambiar el orden de los fonemas mientras se mantiene su identidad, por lo que las personas que la practican constantemente deberían tener patrones cerebrales específicos para manejar sus habilidades avanzadas de secuenciación de fonemas”.

El equipo de investigadores de España y Argentina descubrió que los hablantes inversos, en comparación con los sujetos de control, tenían un mejor desempeño en la inversión de enunciados, pero no presentaban ventajas en el habla normal. Además, mostraban configuraciones estructurales y funcionales particulares en las vías dorsal y central del cerebro, que sustentan múltiples procesos fonológicos con el respaldo de áreas asociativas-visuales y de dominio general. Estos resultados revelan que las habilidades avanzadas de secuenciación de fonemas dependen de extensas redes cerebrales que se extienden más allá de los circuitos fonémicos clásicos y respaldan la idea de que el cerebro humano puede desarrollar vías específicas según las demandas lingüísticas impuestas en la vida cotidiana.

Search

Unite a nuestro grupo de Telegram, donde te compartimos las noticias más importantes.

María Corina Machado ganó el Nobel de la Paz por su “figura de unidad” en Venezuela

El Comité Noruego del Nobel anunció que María Corina Machado ha sido galardonada con el Premio Nobel de la Paz por “su incansable labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo venezolano y por su lucha por lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia”.

El Comité Nobel destacó que Machado se ha erigido como “líder de las fuerzas democráticas en Venezuela” y “una figura de unidad en una oposición política que antes estaba dividida”. En las primarias opositoras de octubre de 2023, obtuvo una victoria abrumadora con el 92,35% de los votos, consolidándose como la candidata predilecta.

Sin embargo, fue inhabilitada por el régimen de Nicolás Maduro para participar en las elecciones presidenciales de julio de 2024. Esta inhabilitación fue ampliamente condenada por organismos internacionales como la Organización de Estados Americanos, la Unión Europea y Human Rights Watch. En un gesto de sacrificio político, Machado cedió su lugar al diplomático Edmundo González Urrutia como autoridad de la oposición.

The Nobel Prize on X (formerly Twitter): “BREAKING NEWSThe Norwegian Nobel Committee has decided to award the 2025 #NobelPeacePrize to Maria Corina Machado for her tireless work promoting democratic rights for the people of Venezuela and for her struggle to achieve a just and peaceful transition from dictatorship to… pic.twitter.com/Zgth8KNJk9 / X”

BREAKING NEWSThe Norwegian Nobel Committee has decided to award the 2025 #NobelPeacePrize to Maria Corina Machado for her tireless work promoting democratic rights for the people of Venezuela and for her struggle to achieve a just and peaceful transition from dictatorship to… pic.twitter.com/Zgth8KNJk9

Machado se convierte así en la segunda venezolana en ganar un Premio Nobel, después del inmunólogo Baruj Benacerraf, quien ganó el Nobel de Fisiología o Medicina en 1980. Aun así, es la primera venezolana en ganar el Nobel de la Paz y representa un reconocimiento histórico a la lucha democrática en América Latina.

Antes del Nobel, Machado ya había recibido reconocimiento internacional por su valentía y liderazgo democrático. En septiembre de 2024, el Consejo de Europa le otorgó el prestigioso Premio Václav Havel de Derechos Humanos, convirtiéndose en la primera latinoamericana en recibir este galardón. Su hija Ana tuvo que recoger el premio en su nombre en Estrasburgo, ya que Machado se encuentra bajo amenaza constante en Venezuela.

“La verdad persiste hasta prevalecer”, declaró Machado, tras recibir la condecoración.

Las elecciones presidenciales venezolanas del 28 de julio de 2024 se convirtieron en un momento definitorio para la democracia venezolana. A pesar de estar inhabilitada, el liderazgo de Machado fue clave para que la oposición obtuviera casi dos tercios de los votos, según múltiples evidencias y análisis independientes.

María Corina Machado Parisca, nacida el 7 de octubre de 1967 en Caracas, es una ingeniera industrial, política y activista venezolana que se ha convertido en el rostro más visible de la oposición democrática al régimen de Maduro. Es fundadora y coordinadora nacional del movimiento político Vente Venezuela y cofundadora de la organización civil Súmate, dedicada a la defensa de los derechos electorales.

Su trayectoria política comenzó hace más de dos décadas cuando, en 2002, cofundó Súmate, una ONG enfocada en promover la transparencia electoral y la participación ciudadana. Esta organización jugó un papel crucial durante el referendo revocatorio de 2004 contra Hugo Chávez, donde colaboraron en la recolección de cerca de 4 millones de firmas.

En 2010, Machado fue elegida diputada de la Asamblea Nacional por el estado Miranda con la mayor votación individual a nivel nacional. No obstante, en 2014 perdió su investidura parlamentaria tras aceptar un cargo como representante alterna de Panamá ante la Organización de Estados Americanos, lo que las autoridades venezolanas interpretaron como una violación constitucional.

El régimen de Maduro anunció su victoria sin presentar las actas electorales que lo comprobaran, desatando el repudio de gran parte de la comunidad internacional. La oposición, liderada por González Urrutia como presidente electo y con Machado como figura estratégica, publicó copias de las actas oficiales de la mayoría de los centros de votación, demostrando una victoria aplastante de la oposición.

El Centro Carter, observador internacional de las elecciones, no pudo verificar los resultados del Consejo Nacional Electoral y declaró que las elecciones no cumplían con los estándares democráticos internacionales. Múltiples análisis mediáticos encontraron que los resultados oficiales eran estadísticamente improbables y carecían de credibilidad.

“El Islam es la peor peste que le ha ocurrido a la humanidad” | La advertencia del jesuita que unió ciencia y fe para denunciar la decadencia de Occidente

El sacerdote jesuita Manuel María Carreira fue un hombre de ciencia, pero también un provocador en el mejor sentido de la palabra. Doctor en Astrofísica por la Universidad de Georgetown, miembro durante quince años del Observatorio Vaticano y asesor de la NASA, dedicó su vida a demostrar que fe y razón no eran caminos opuestos. 

En una entrevista concedida en 2016 al diario El Español, sus palabras sacudieron al mundo religioso y académico: “El Islam es la peor peste que le ha ocurrido a la humanidad en los últimos dos mil años”.

Lo decía sin cálculo ni deseo de escándalo. Su tono era el de quien reflexiona más que el de quien acusa. En esa conversación explicó que su juicio nacía de la observación histórica y cultural: El islam “es totalmente incapaz de establecerse dentro del mundo con respeto a los derechos humanos. O acepta uno su modo de pensar o es un infiel y hay que asesinarlo. Eso es lo que se traduce del modo de actuar, como mínimo, de una porción importante de quienes aceptan el islam.” 

Su crítica, más que religiosa, era civilizatoria. Apuntaba a la imposibilidad de integrar una cosmovisión teocrática con las libertades individuales que Occidente había conquistado tras siglos de conflictos y revoluciones.

– Manuel María Carreira, “el científico con sotana”

Carreira hablaba como filósofo y científico, pero también como hombre de fe que veía con alarma el proceso de secularización europea: “Nuestra ética es de base cristiana y el Estado debe tener en cuenta esos principios. Hoy se están borrando las raíces espirituales que dieron sentido a la civilización occidental”. No era una defensa clerical de la Iglesia, sino una advertencia sobre el vaciamiento moral que acompaña a las sociedades sin referencias trascendentes.

Ese diagnóstico se volvió profético. Casi una década después, Europa vive una crisis de identidad que Carreira anticipó con claridad. Según el informe TE-SAT 2024 de Europol, en 2023 se registraron 120 incidentes terroristas dentro de la Unión Europea, de los cuales 98 fueron ataques completados, 9 fracasaron y 13 fueron abortados. Francia, Bélgica y Alemania se mantienen entre los países más afectados por intentos de radicalización yihadista. En paralelo, las tensiones por la inmigración, el debate sobre los límites de la libertad religiosa y la creciente polarización política han erosionado el consenso sobre qué valores sostienen a Europa.

Carreira consideraba que esa pérdida de convicciones era más peligrosa que cualquier fanatismo. “No podemos convertir la fe en elemento político —decía—, pero tampoco pretender que la moral pública flote en el aire, sin raíces. Cuando una civilización deja de creer en algo, deja de defenderse”. Su visión coincidía con la de Benedicto XVI, quien había advertido que “una razón desvinculada de la fe termina devorándose a sí misma”.

Su pensamiento incomodó tanto a progresistas como a conservadores. Defendía la secularización “en la medida en que el Estado no imponga una creencia”, pero rechazaba el laicismo militante que reduce la religión a superstición. Sostenía que “la tradición española —y europea— es cristiana, y negarlo es negar la historia”. También se mostraba crítico con ciertas prácticas islámicas cuando contradecían la igualdad ante la ley: “Si un musulmán quiere tener varias esposas, el Estado debe intervenir, porque tendría consecuencias sociales no aceptables.”

Para Carreira, el islam no era una religión en el sentido teológico que él comprendía desde la filosofía cristiana. “Nació como un cristianismo descafeinado”, explicó en la entrevista. “Quitaban lo que no entendían: la Trinidad, la Encarnación. Hicieron un cristianismo reducido a lo mínimo, pero siempre con el deseo de apartar la idolatría. No tienen una teología propia, sino un modo de pensar elemental que les sirve para andar por casa.” No había en sus palabras odio, sino la convicción —discutible, pero intelectualmente honesta— de que el islam no había producido un modelo de sociedad compatible con la libertad moderna.

Su análisis resuena hoy no solo en Europa. En la Argentina, aun sin conflictos religiosos de aquella magnitud, la secularización avanza de modo sostenido. Según la Segunda Encuesta Nacional sobre Creencias y Actitudes Religiosas en Argentina (CONICET–UNC, 2023), la proporción de personas que se declara “sin religión” pasó del 11,3% en 2008 al 21,8% en 2023, prácticamente el doble en quince años. Más que un dato demográfico, ese desplazamiento expresa un vaciamiento simbólico: la pérdida de referencias morales compartidas, la sustitución de la trascendencia por el consumo y el debilitamiento del vínculo con las instituciones tradicionales

Carreira veía en ese vacío una amenaza mayor que cualquier enemigo externo. Decía que “una sociedad sin sentido trascendente se vuelve incapaz de distinguir el bien del mal”. No se trataba de imponer dogmas, sino de preservar la conciencia de que la libertad necesita un fundamento ético. Su crítica al islam, en el fondo, era una advertencia sobre nosotros mismos: sobre lo que ocurre cuando una cultura deja de creer en algo y entrega su destino al relativismo.

Murió en 2020, convencido de que Europa había comenzado su decadencia espiritual. Sus palabras, reavivadas en redes sociales, vuelven a dividir aguas. Algunos lo consideran un pensador lúcido que vio venir el choque cultural entre Occidente y Oriente; otros, un polemista que traspasó la línea del respeto. Pero su diagnóstico persiste con inquietante actualidad: el conflicto no es solo entre religiones, sino entre una fe que se impone y otra que se disuelve.

LO MÁS IMPORTANTE

HUMOR

TWEET DEL DÍA

LO MÁS LEÍDO

Tevero liberavisse
comprehensam nec.

Copyright 2023 © Data 24 - Todos los derechos reservados
Data 24.com.ar © Copyright 2023

Subscribe Now