09 febrero, 2025

Palazzo | 20 años de rock, mafias y oscuro poder

¿Cómo hizo un simple empresario cordobés para convertirse en el "nuevo Chabán"?
10 Years Experiences

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Días antes de que el primer acorde de Cosquín Rock comenzara a sonar, José Domingo Palazzo estuvo en el ojo del huracán. Fue por la muerte de Ismael Sosa, el pibe de Merlo, provincia de Buenos Aires, de 24 años de edad, que fue a Villa Rumipal en enero a ver La Renga (grupo que Palazzo también produce) y apareció muerto flotando en el lago de Embalse.

“Ya habían pasado el primer control, estaba detrás de su novia, y en un momento, cuando ella miró hacia atrás, asegura que ya no estaba”, relató Nancy Sosa, la madre Ismael, que desde entonces, con manifestaciones en el Obelisco y en Córdoba, clama justicia, mientras pide explicaciones a la policía cordobesa y a Palazzo.

Claro que Nancy, al igual que muchos, no sabe quién es el productor del recital donde murió su hijo. Tampoco de los vínculos de su familia con el ex gobernador de facto Luciano Benjamín Menéndez. Ni mucho menos de las estrechas relaciones de Palazzo con el poder político y empresarial, que le sirvieron para forjar su emporio roquero y ganarse el mote de “el nuevo Chabán”.

José Luis Palazzo

El padre del roquero Palazzo y su persona de confianza se llama José Luis Palazzo. Es un renombrado abogado, dirigente político (UCeDé), profesor universitario, conjuez, y empresario de Córdoba. También es ahijado del polémico Luciano Benjamín Menéndez.

En el 2013, Palazzo padre, socio y hombre de confianza del productor del Cosquín Rock, fue denunciado en el juicio de La Perla de ser un colaboracionista de la última dictadura cívica-militar dentro de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC), donde Agustín Tosco reinaba. Allí, Palazzo padre se desempeñó como gerente de personal, cargo desde donde realizó, según la acusación, una limpieza ideológica.

La denuncia fue realizada por Silvia Di Toffino, presidenta de H.I.J.O.S.-Córdoba e hija del desaparecido dirigente gremial de Luz y Fuerza Tomas Di Toffino. La prueba fue una carta, de 1980, firmada por puño y letra de Menéndez, y dirigida al coronel Oscar Joan, por entonces ministro de Gobierno de Córdoba, donde el “Cachorro” aseguraba: “No sólo el doctor (Palazzo) no tiene simpatías ideológicas izquierdistas sino que ha sido un luchador frontal contra los elementos comunistas que en su oportunidad infestaron nuestra provincia, en particular la Empresa de Energía de Córdoba. Allí, en EPEC, desactivó y desplazó a los seguidores nada menos que de (Agustín) Tosco”.

A raíz de esta durísima acusación, el fiscal federal Facundo Trotta solicitó la investigación de Palazzo. Sin embargo, el padre del productor del Cosquín Rock jamás aclaró las gravísimas denuncias en su contra a pesar de ser abogado, conjuez provincial, y profesor titular de la cátedra Derecho Procesal Administrativo de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Córdoba.

Quien sí habló fue su hijo. “En la historia familiar se dice que las cosas sucedieron al revés: que mi abuelo, su suegro, lo hizo salir de EPEC porque los militares se habían enterado de que había estado protegiendo gente que estaba perseguida, y sacándola de Córdoba. Yo no investigué, pero la historia familiar cuenta eso”, dijo el empresario rockero.

“Además, no me cierra: ¿usted se imagina a un ahijado de Menéndez, como dicen que era, con un hijo de coleta y arito que quería vivir del rock? Siempre fue un tipo muy tolerante con nosotros, mi padre; un tipo que parece una cosa y es otra, que a veces confunde”, añadió.

Menem y rock & roll.

Fue precisamente gracias a su controvertido padre que José Domingo Palazzo terminó como exitoso empresario del espectáculo. Comenzó a mediados de los ’90, como gerente de Programación de Canal 2 de Córdoba, cuyo propietario era su padre.

Este canal, junto a la empresa Video Cable Comunicaciones S.A. y la productora Prointel S.A., habían sido adquiridos por Palazzo padre, luego de su paso como interventor de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CNT) bajo el gobierno de Carlos Menem.

Eran tiempos de mucho agite. Por ese entonces, el actual productor del Cosquín además estudiaba abogacía, carrera donde egresó, según él, con promedio de 8. También tenía, con otros “chicos bien” del coqueto barrio Cerro de Las Rosas, la banda Rouge & Roll, donde tocaba el bajo y cuyo mayor éxito fue “Dame lo que quiero”. Burdo plagio del hit “Cherry Pie”, del grupo californiano Warrant, que Palazzo y sus Rouge & Roll no sólo copiaron, sino que la grabaron en un disco de vinilo y lo vendieron como propio.

“Cuando me recibí ya estaba trabajando en un canal de cable que era de mi viejo, era gerente de programación, y eso me gustaba. Además, estaba haciendo lo que quería: había formado mi banda, Rouge and Roll, y en esa época en Córdoba se podía vivir de la música”, rememoró Palazzo, dando cuenta de una realidad que nunca existió en Córdoba.

Palazzo, un ladrón de guante blanco

Tras incursionar en el mundo de la TV, el Derecho y el rock and roll, en el 2000, Palazzo padre e hijo brincaron, con licencias menemistas, al negocio radiofónico, conformando el Grupo FM. Al año siguiente, a raíz de una idea del funcionario menemista Julio Márbiz, animador durante cuarenta años del festival de folklore de Cosquín, en plena crisis económica, arrancaron con el Cosquín Rock.

“Él (Julio Márbiz) me encontró en un aeropuerto y me dijo: -Tenemos que hacer cosas en esa plaza porque invertí mucha plata en el festival de folklore y tengo que recuperarla-“, contó Palazzo.

Lo hicieron mediante la productora Nueva Tribu S.R.L., cuyos únicos socios eran José Luis Palazzo y su hijo homónimo. Como socios intelectuales estaban Héctor Emaides, histórico productor de rock cordobés, hoy peleado a muerte con Palazzo, y Costantino Carrara, un empresario de la noche, ex asesor del intendente radical Ramón Mestre en el Senado de la Nación, e involucrado con la extraña muerte de un pibe que asistió a uno de sus boliches.

El contrato entre los coscoínos y Nueva Tribu S.R.L. duró hasta el 2004, cuando, en medio de un culebrón, el municipio los expulsó de la plaza. Ese año también Ricardo Mollo, líder de Divididos, se despegó de los Palazzo y su Cosquín Rock “por diferencias ideológicas con la organización”.

Tras esa expulsión y baja, que ponía en jaque el Cosquín Rock, los Palazzo, de gran conocimiento en negocios inmobiliarios, no tuvieron mejor idea que usurpar un predio, de cuatro hectáreas, en la localidad de Santa María de Punilla, para que el show pueda continuar.

Con los títulos de propiedad en la mano, esta usurpación fue denunciada ante la Justicia por Luis Rolfi, un vecino dueño del lugar. La misma duró hasta el 2010, cuando la Justicia, en todas las instancias, falló a su favor.

“Después de cuatro años de litigio, la Justicia terminó por darme la razón y logré recuperar el primero de mis terrenos usurpados por Palazzo. Sobre él se montaban siempre el escenario y las carpas vip del festival”, dijo Rolfi, quien no dejó de cuestionar el accionar de la Justicia cordobesa.

Empresarios CHANTAS

Luego de fallo de la Justicia, que obligó a trasladar otra vez el Cosquín Rock a la zona de Santa María de Punilla, donde actualmente se realiza, Palazzo padre e hijo decidieron disolver abruptamente la firma Nueva Tribu S.R.L., previendo quizás alguna secuela por la escandalosa usurpación.

Para ello, el 4 de agosto del 2010, según consta en el Boletín Oficial de la Provincia de Córdoba, vendieron por 20 mil pesos el 90% de Nueva Tribu, una productora por la cual, poco antes, habían ofrecido comprarla en 3 millones de dólares.

Sus afortunados compradores fueron Fernando Rubén Di Bella, DNI 216.743.027 (sic) y Sebastián Alejandro Acuña, quien no presenta ni un solo dato personal. Con lo cual ninguno de los dos existe.

En esa venta, también se acordó modificar el domicilio legal de la empresa y su nombre que pasó a llamarse Entretenimientos Córdoba S.R.L. El problema con Entretenimientos Córdoba S.R.L., ex Nueva Tribu S.R.L., es que ocho meses después de ese traspaso accionario, exactamente el 9 de marzo de 2011, el Juzgado Civil y Comercial de 1ª Nominación aceptó un pedido de quiebra presentado por la propia empresa.

“Las causas que motivaron su petición fueron que el solicitante precisó que en 2005 se debió cambiar el lugar en donde se llevaba a cabo el mencionado evento, lo cual implicó elevadas inversiones y gastos. Además, se realizaron shows con convocatorias menores que las esperadas y que las citadas circunstancias colocaron la empresa en una situación de endeudamiento que no puedo revertir”, informaron desde la ex empresa de Palazzo.

El nuevo Chabán

Previo a que esta quiebra de Nueva Tribu S.R.L. se concretara, y que muchos sindicaron como fraudulenta, Palazzo había estado en la boca de muchos argentinos cuando en el 2006 produjo el retorno de Callejeros a los escenarios, luego de la tragedia de Cromañón. Para lograrlo, Palazzo, en un hecho inédito, contó con el apoyo de Luis Juez, actual senador de UNEN, por entonces intendente de la ciudad de Córdoba, y del gobernador y precandidato a presidente José Manuel de la Sota, dos acérrimos enemigos políticos que en esto fue en lo único que coincidieron durante su gestión.

Según lo reconoció Palazzo, Juez le otorgó la habilitación, mientras que De la Sota el espacio (Estadio Kempes) y la seguridad.

Omar Chabán

A raíz de ese polémico regreso, al que se oponían los padres de las víctimas de Cromañón, Veintitrés publicó una nota sobre Palazzo titulada “El nuevo Chabán”. “Para hacer la vuelta de Callejeros debía tener el okey del gobernador y el intendente, es una cuestión de sentido común. Pero a la revista (Veintitrés) ese dato le sirvió para armar esa cosa medio fantasiosa”, se limitó a contestar Palazzo. Precisamente, sus vínculos con la política, como los tenía Emir Omar Chabán, fue lo que le permitió a Palazzo no sólo realizar decenas de recitales con habilitaciones provisorias en la ciudad de Córdoba, ante protestas de los vecinos, sino también alzarse con leyes que incrementaron sus ingresos. Fueron las leyes provinciales Nº 10.036 y 10.037, aprobadas por la Legislatura a fines del 2011, controlada por el delasotismo, mediante la cual se eximió del pago de los impuestos a los ingresos brutos y a los sellos a todos aquellos espectáculos que incorporen artistas locales. Cosa que Palazzo hace pero no les paga un peso.

A ello se le añadió, a mediados del 2012, la controvertida concesión del edificio La Plaza de la Música, mediante una iniciativa privada presentada por el propio Palazzo, y donde hoy el empresario, con su nueva productora, Nueva Era Producciones, hace sus recitales y tiene sus radios.

El edificio, propiedad de la provincia de Córdoba, está ubicado en pleno centro de la ciudad de Córdoba, frente al río Suquía. En él funcionaba el museo de niños “Barrilete”, que fue soplado por Palazzo y De la Sota mediante una bochornosa concesión por 25 años, a cambio de un canon de 10 mil pesos mensuales. Casi como el alquiler de una oficina.


*Fuente: Striptease del Poder

Redacción

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Activistas climáticos profanaron la tumba de Darwin en Londres

En un nuevo acto de agresión al patrimonio cultural, integrantes de la organización Just Stop Oil llevaron a cabo un acto disruptivo que consistió en pintar con aerosol la lápida de Charles Darwin, ubicada en la Abadía de Westminster en Londres. Los activistas pintaron con aerosol naranja la inscripción “1,5 está muerto” sobre la lápida del destacado científico británico, en alusión al límite crítico de 1,5 grados Celsius de calentamiento global, superado por primera vez en 2024. Este mensaje pretendió subrayar el fracaso de las políticas climáticas para mantener las temperaturas dentro de un rango seguro para el planeta.

El ataque ocurrió este lunes y fue perpetrado por dos mujeres identificadas como Alyson Lee, de 66 años, y Di Bligh, de 77, quienes fueron arrestadas por causar daños criminales. Ambas mujeres, vinculadas al movimiento ambientalista, expresaron que su acción buscaba alertar sobre la inacción gubernamental frente al cambio climático. Lee declaró a los medios: “Estamos intentando que el gobierno actúe frente al cambio climático, pero no están haciendo lo suficiente”.

El ataque generó una fuerte indignación entre la opinión pública debido a la naturaleza vandálica de la acción y al hecho de que se perpetrara en un sitio histórico de alta relevancia cultural y científica. La Abadía de Westminster, conocida por su importancia histórica, alberga las tumbas de figuras prominentes como Isaac Newton, Stephen Hawking y el propio Charles Darwin, además de ser sede de coronaciones y bodas reales. Los activistas interrumpieron la tranquilidad del lugar y dejaron aerosoles junto a la tumba tras escribir el mensaje. La frase aludía al umbral climático de 1,5 grados Celsius, considerado un límite crucial para evitar efectos catastróficos del cambio climático. Según los activistas, Darwin “se revolvería en su tumba” al observar la situación actual.

Sin embargo, la acción despertó una fuerte condena debido a su naturaleza vandálica y la elección de un sitio histórico como escenario de “protesta”. Los guardias de la Abadía, presentes en el momento del incidente, no lograron evitar el ataque, que fue registrado por visitantes y compartido ampliamente en redes sociales.

Este episodio no es un caso aislado. Just Stop Oil, fundada en 2022, es conocida por sus manifestaciones disruptivas que buscan presionar al gobierno del Reino Unido para que detenga la exploración de petróleo y gas. El grupo ha protagonizado otros actos similares, como el daño a obras de arte icónicas en museos de Europa, incluyendo “Los girasoles” de Vincent van Gogh en la National Gallery de Londres y “La maja vestida” de Francisco de Goya en el Museo del Prado en España.

En 2024, dos miembros del grupo también vandalizaron las piedras de Stonehenge con pintura en polvo naranja. En todos los casos, los responsables fueron arrestados bajo cargos de alteración del orden público y vandalismo.

La Policía Metropolitana de Londres confirmó que las detenidas fueron trasladadas a una comisaría central, donde permanecen bajo custodia. Un portavoz de la Abadía declaró que los daños no serán permanentes y que las puertas del templo permanecerán abiertas para los fieles y visitantes.

Mientras tanto, la organización Just Stop Oil defendió las acciones de sus integrantes, argumentando que los verdaderos culpables son quienes promueven la explotación de combustibles fósiles. En un comunicado, lamentaron que “se les prohíba el derecho a protestar mientras los verdaderos criminales siguen libres”.

La frase “La ignorancia genera confianza más frecuentemente que el conocimiento”, escrita por Darwin, adquiere una irónica relevancia en este contexto. Mientras los activistas buscan concienciar sobre la crisis climática, sus métodos generaron controversia por dañar patrimonios culturales y obras de arte. 

Redacción

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Disney anuncia el fin de la agenda progre en su contenido

Disney, atravesada por una crisis de reputación, decidió tomar caminos separados respecto a las políticas de diversidad e inclusión que mantenía desde 2020. “Nuestra misión principal será entretener y vender entradas. No nos guiaremos por ninguna agenda”, afirmó el directivo a días de la toma de posesión de Donald Trump. La decisión fue acompañada con la eliminación de una trama sobre un atleta trans en la serie animada Ganar o perder, bajo el argumento de que muchos padres prefieren abordar estos temas con sus hijos según sus propios valores.

Fracasos comerciales como La Sirenita, The Marvels y She-Hulk, entre otras producciones que apostaron a temáticas de género, identidad y diversidad racial, derivaron en un desplome del 25 % en el valor bursátil de Disney durante los últimos cinco años. Esta situación llevó a los directivos de la compañía a replantear su estrategia de contenido, relegando el activismo a un lugar secundario en sus prioridades. “Buscamos reconectar con una audiencia más amplia”, señaló el CEO, Robert Iger.

– Robert Iger

No solo los fracasos de taquilla o audiencia explican la situación de la compañía. Iger acordó con Donald Trump el pago de un millón de dólares, además de una donación de otros 15 millones para la futura biblioteca presidencial del exmandatario, tras una demanda presentada contra ABC News. La demanda surgió por declaraciones del presentador George Stephanopoulos, quien aseguró que Trump había sido “responsable de violación” de la escritora E. Jean Carroll, contradiciendo el fallo de un jurado de Nueva York que lo declaró culpable de “abuso sexual”.

El giro en la estrategia de Disney también responde a cuestiones políticas, como las críticas del gobernador de Florida, Ron DeSantis, hacia el anterior CEO de la compañía, Bob Chapek, por su oposición a una ley estatal que prohíbe discutir temas de identidad sexual en las aulas. DeSantis llegó a centrar parte de su campaña en ataques contra la empresa, una postura inusual para un candidato republicano, según destacaron fuentes del diario.

La compañía decidió alinearse con el movimiento woke tras las protestas desencadenadas por el homicidio de George Floyd el 25 de mayo de 2020 en Minneapolis, Estados Unidos. En ese contexto, los ejecutivos de entonces buscaron reforzar su compromiso con la diversidad y la inclusión, apostando a generar un cambio real mediante medidas como la censura y la cancelación. Los primeros intentos de reflejar estos valores se vieron en películas como Lightyear y Strange World, que incluyeron personajes LGBTQ+. Además, introdujeron cambios en tradiciones de parques como Magic Kingdom, donde el clásico saludo de “damas y caballeros, niños y niñas” fue reemplazado por una fórmula más neutral: “soñadores de todas las edades”.

Más allá de este cambio de enfoque, desde el seno de la compañía se asegura que no se abandonarán los valores de representación cultural y social. Por su parte, Iger remarcó que las historias deben conectar con un público diverso: “El público es muy variado, y debemos ser cuidadosos para no dividir a nuestra audiencia”, explicó. Disney busca volver a ser el líder del entretenimiento global con un enfoque fuera de polémicas que buscará unir a los espectadores.

Redacción

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J. K. Rowling respaldó el decreto de Trump que prohíbe la participación de atletas trans en deportes femeninos

El pasado miércoles, 5 de febrero, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que incluyó en su campaña política: la prohibición de la participación de mujeres trans en escenarios deportivos femeninos. La norma, titulada originalmente “Keeping Men Out of Women’s Sports” (Mantener a los hombres fuera del deporte femenino), ordenó al Departamento de Justicia bloquear la participación de niñas y mujeres trans en competencias escolares femeninas, de acuerdo con la interpretación de Trump del Título IX, ley contra la discriminación sexual en la educación. 

“Con este decreto, la guerra contra el deporte femenino ha terminado”, manifestó el mandatario durante el acto de rúbrica, que coincidió con el Día Nacional de la Mujer y la Niña en el Deporte. Aseguró: “No nos quedaremos de brazos cruzados viendo cómo hombres golpean y maltratan a atletas femeninas”.

El proyecto también estableció que las instituciones educativas podrían enfrentar restricciones en la financiación pública si admitían la participación de deportistas trans en competencias catalogadas como femeninas. Trump estuvo acompañado por niñas y adolescentes vestidas con indumentaria deportiva, y celebró su decisión con el respaldo de miembros de altos cargos del Gobierno que acudieron a la Casa Blanca para presenciar la firma del decreto.

La autora británica J. K. Rowling, reconocida por la saga de Harry Potter, se pronunció en su cuenta de X para apoyar la medida y cuestionar a la izquierda. “Felicitaciones a cada una de las personas de izquierda que han estado haciendo campaña para destruir los derechos de las mujeres y las niñas. Sin ustedes, no habría imágenes como esta”, escribió con ironía, en referencia a la foto de Trump rodeado de niñas deportistas.

Durante los Juegos Olímpicos de París en 2024, Trump y Rowling condenaron la participación de la boxeadora argelina Imame Khelif en la competencia. La autora defendió a la italiana Angela Carini y calificó a Khelif como “un hombre que golpea a una mujer”.

“La frase ‘¿por qué te preocupas por una pequeña fracción de la población?’ es, y siempre fue, absolutamente ridícula. La ideología de género ha socavado la libertad de expresión, la verdad científica, los derechos de los homosexuales y la seguridad, la privacidad y la dignidad de las mujeres y las niñas. También ha causado daños físicos irreparables a niños vulnerables. Nadie votó a favor de la ley, la gran mayoría de la gente no está de acuerdo con ella, pero ha sido impuesta desde arriba por políticos, organismos de salud, académicos, sectores de los medios de comunicación, celebridades e incluso la policía. Sus activistas han amenazado y ejercido violencia contra quienes se han atrevido a oponerse a ella. Se ha difamado y discriminado a personas por cuestionarla. Se han perdido empleos y se han arruinado vidas, todo por el crimen de saber que el sexo es real e importante”.

“Cuando se disipe el humo, será más que evidente que nunca se trató de una supuesta minoría vulnerable, a pesar del hecho de que algunas personas muy vulnerables han resultado perjudicadas”, aseguró, antes de advertir: “La dinámica de poder que sustenta nuestra sociedad se ha reforzado, no desmantelado. Las voces más fuertes durante todo este fiasco han sido las de personas que se han protegido de las consecuencias por su riqueza y/o estatus. No es probable que se encuentren encerradas en una celda con un violador de 1,93 m que ha decidido que ahora su nombre es Dolores. No necesitan centros de crisis para víctimas de violación financiados por el Estado, ni frecuentan los vestuarios de las calles. Sonríen desde los sofás de los programas de entrevistas sobre esos desagradables fanáticos de extrema derecha que no quieren penes balanceándose en las duchas de las chicas, con la tranquilidad de saber que su piscina privada sigue siendo el lugar seguro que siempre fue”.

Rowling afirmó: “Los hombres, tanto los que se identifican como trans como los que no, son los que más se han beneficiado de la ideología de la identidad de género. Algunos han sido recompensados por su afición al travestismo con el acceso a todos los espacios que antes estaban reservados para las mujeres. Otros han utilizado su deliciosa nueva condición de víctimas como excusa para amenazar, agredir y acosar a las mujeres. Los izquierdistas que no se identifican como trans han encontrado una magnífica plataforma desde la que exhibir sus propias credenciales impecablemente progresistas, burlándose y desdeñando las necesidades de las mujeres y las niñas, todo ello mientras se dan palmaditas en la espalda por ceder derechos que no son suyos”. En su opinión, “las víctimas reales de este caos” fueron “las mujeres y los niños, especialmente los más vulnerables, los homosexuales que se han resistido al movimiento y han pagado un precio terrible, y la gente común que trabaja en entornos en los que un pronombre fuera de lugar podría hacer que te vilipendiaran o te desestimaran de manera constructiva”.

Redacción

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