*Por: Simón Barrionuevo López
Lo que mal comienza…
El tratamiento de la muerte del fiscal Nisman es neutral; tiende a mostrar y querer entender ambas posiciones del conflicto (¿Se suicidó o lo mataron?, ¿Intentó el memorándum de entendimiento encubrir el atentado o no?). Y aquí sucede el primer error: El documental no parte de ninguna hipótesis. Lo cual lleva al espectador a intentar reconstruir la opinión del director. Hasta percibir la neutralidad del metraje es fácil confundirse y pensar que no comprende la mirada del director. Ya que en ningún momento se posiciona de un lado u otro e incluso muestra testimonios que se contradicen.
La narración de cada bloque temático dentro de cada uno de los episodios es muy buena pero posee dos errores:
El primero es que el modo de contar la historia no es lineal, comienza con la escena del crimen en el departamento del fiscal para luego narrar el atentado a la AMIA de 1994. Aunque el documental arme una línea de tiempo la narración es confusa debido al traslado del pasado al futuro sin un hilo ordenador.
Cuando el documental quiere generar empatía lo logra, al igual cuando quiere generar miedo o intriga. El problema que tiene el modo de contar la historia es el anacronismo y la falta de nexos coordinantes entre los distintos bloques temáticos. Así, dentro de un mismo capítulo se cuentan y confunden la historia del caso AMIA, la vida de Nisman, su denuncia, su muerte, la política internacional, los juicios…
¿El fiscal, la presidenta y el espía?
La tríada que posee de subtítulo no representa nada de peso para el desarrollo del documental, nunca se siente un peso igual por parte de los tres personajes. Si bien Nisman, Fernández de Kirchner y Stiuso condicionan completamente la historia en ningún momento se profundiza en el porque de la elección de esto como subtítulo.
Vale la pena verlo, ¿por qué?
A pesar de que la serie es un tanta larga y las confusiones que genera, desarrolladas anteriormente, la misma es una buena pieza periodística. Como es una producción internacional es entendible la “neutralidad” de la narración para la difusión internacional del caso. Por esto, es que busca narrar todos los hechos que hay alrededor para entender el contexto.
Lo más destacable sin dudas: Los testimonios
Si bien el caso en su momento encontró dos posturas partidarias el director logró enseñar ambas de manera muy correcta. Es cierto que se sienten algunas ausencias importantes (como a la expresidente o a la expareja de Nisman) pero aún así posee varias entrevistas muy trascendentales e incluso a algunas completamente exclusivas: Entre las más destacables están las de Jaime Stiuso, Allan Bogado, funcionarios de la CIA en Argentina y el excanciller Timerman (quien fallecería posteriormente en 2018), a mí parecer.
En conclusión:
Para quienes nunca se interiorizaron este metraje es una buena manera de entender los pormenores de los casos de la muerte del fiscal Nisman, su denuncia de encubrimiento y del atentado a la AMIA. Este documental constituye una interesante pieza para comprender el funcionamiento de la política de fines del siglo XX y principios del nuevo siglo; como se configuran los intereses geopolíticos, el terrorismo, los servicios de inteigencia. Además, el cuidado estético que la serie hace de las imágenes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires muy hermosas. Sin dudas un buen plan de domingo.
Comentario del autor: Si bien puedo afirmar que todos en alguna oportunidad hemos visto algún documental, lo cierto es que no es algo habitual y, por ende, es difícil encontrar los puntos débiles de los mismos. De todas maneras no hay que desmotivarse y recomiendo que esta serie documental sea el puntapié inicial para adentrarse al género.