03 agosto, 2025

Infobae anunció una “primicia mundial” pero ya había sido publicada por el NYT hace una semana

El sitio web inició su campaña con una suerte de cuenta regresiva que agregaba expectativa, pero sólo publicó una nueva nota sobre un informe que ya había sido tomado como fuente por el New York Times.
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La maniobra del sitio fue precisa y efectiva. Pocos minutos después, la frase “Primicia mundial” se transformó en tendencia en Twitter y no eran pocos los que contaban los minutos para enterarse lo que Infobae había descubierto. “En dos horas, primicia mundial en Infobae”, se publicó entonces. La adrenalina creció aún más y desde los comentarios la gente debatía en torno a la exclusiva que sacudiría al mundo.

https://twitter.com/infobae/status/1552473926940479488

“En una hora, primicia mundial en Infobae”, indicó la placa que apareció a las 23.00 de anoche en las redes sociales del medio de comunicación. La estrategia era clara: crear expectativa, construirla, verla crecer y lanzar la famosa noticia finalmente a las 00.00 de hoy. La Argentina amanecería, por primera vez en mucho tiempo, con una primicia periodística que sacudiría al mundo.

Entonces, apareció. Y no fue primicia.

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Casi como un bleff o una broma de mal gusto para sus lectores, Infobae anunció una primicia mundial, pero sólo publicó una nueva nota sobre un informe que ya había sido tomado como fuente por el New York Times hace una semana atrás.

En efecto, mientras Infobae aseguraba haber accedido “en forma exclusiva” a un dossier “top secret” de la inteligencia israelí en el que se describe cómo se organizó y ejecutó el atentado a la embajada de Israel en Argentina, el New York Times ya había accedido al mismo documento, lo había analizado y había publicado extensos pasajes del material hace casi una semana atrás, el 22 de julio.

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La nota original, publicada por el periodista Ronen Bergman, detalló haber accedido al mismo documento que Infobae asegura tener “en forma exclusiva”. No sólo ello, sino que vuelca un artículo periodístico más completo, con detalles más íntimos del funcionamiento de la célula terrorista en Buenos Aires. En el mismo, a diferencia de Infobae, Bergman sostiene que el análisis del dossier lleva a la conclusión de que el régimen iraní no habría financiado, entrenado ni provisto de materiales a los integrantes de la célula que protagonizó el atentado. A pesar de tratarse del mismo documento, el medio argentino llegó a distintas conclusiones.

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El artículo original del NYT fue basado en el mismo dossier, que el periodista Bergman aseguró haber sido entregado al prestigioso medio de comunicación norteamericano por integrantes del Mossad, e identifica los mismos puntos básicos que atraviesan a la nota de Infobae: el atentado fue planeado y perpetrado por agentes de Hezbollá en venganza por las operaciones israelíes contra la milicia chiita en Líbano, no participaron ciudadanos argentinos y fue planeado a partir del año 1988.

El documento detalla el armado de las células terroristas y la precaria infraestructura mediante la cual fueron preparando los atentados. Iraníes ataviados con documentos falsos, desperdigados por Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Panamá y Venezuela, fueron recolectando inteligencia, identificando blancos, reclutando suicidas, abriendo empresas de coberturas, comprando las camionetas e ingresando al país, poco a poco, botellas de champú y cajas de chocolate llenas de material explosivo. La conclusión, una y otra vez, es la misma: no hubo conexión local.

A pesar de lo relevante de la información brindada por el New York Times referente a uno de los momentos más dolorosos de la historia contemporánea argentina, el medio de comunicación Infobae marcó un curioso hito, en lo que se configuró como uno de los engaños más llamativos de la historia periodística nacional.

Infobae aseguró que el informe del Mossad, que fue elaborado tras tres décadas de investigación y contiene 43 páginas, fue revelado por primera vez por un medio de comunicación. Construyó anticipación. Creó expectativas. Sin embargo, no era la primera vez, ni siquiera era una primicia, y tampoco era exclusiva. El contenido del mismo informe ya había sido revelado por el New York Times tan sólo seis días atrás. Otro engaño de poca monta para una sociedad sedienta de respuestas.

*Fuente: REALPOLITIK

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La Biblioteca de Alejandría y el Smartphone

*Por Rogelio López Guillemain

La Biblioteca de Alejandría fue construida en el siglo III A.C. por Ptolomeo I, quien fue el fundador de la dinastía ptolemaica de Egipto. ¿Y por qué este monarca tenía tanto interés en el saber?  La respuesta se encuentra en su pasado.

Ptolomeo fue uno de los generales de mayor confianza de Alejandro Magno, quien tenía una gran devoción por la cultura y el saber. Estos intereses del macedonio se evidencian cuando repasamos su biografía y observamos que mantuvo siempre una actitud abierta y respetuosa de los usos y costumbres de los pueblos conquistados, incluso cuando esta disposición provocara resistencia entre su estado mayor, y por las remesas de animales y plantas exóticas que le enviaba a su maestro de la juventud, nada más y nada menos que el mismísimo Aristóteles.

La intención de Ptolomeo era la de reunir todo el saber del mundo en un solo lugar. Para ello retenía todo escrito que llegaba al puerto, lo traducía al griego y luego se lo devolvía a su dueño. 

Un detalle interesante acerca de este emprendimiento es que se financiaba, al menos en parte, con la venta de copias de los libros (papiros). En aquella época, el tener una biblioteca era un signo de estatus social muy importante, cuanto más grande fuese ésta, mayor nivel aristocrático de su dueño, por lo que la venta de libros resultaba ser un negocio muy rentable.

– “Alejandro Magno en el Templo de Jerusalén” / Sebastiano Conca

Grandes sabios de la antigüedad se nutrieron del saber en la biblioteca de Alejandría y sus logros influyeron en cientos de científicos a través de los siglos.  Algunos de ellos fueron:

  • Euclides – Matemático, considerado el “padre de la geometría”
  • Eratóstenes – Aseguró que la Tierra era redonda y calculó con bastante precisión su tamaño.  Fue bibliotecario en jefe.
  • Aristarco de Samos – Propuso la teoría heliocéntrica, o sea, aseguraba que la Tierra giraba alrededor del Sol.
  • Apolonio de Rodas – Poeta y estudioso, autor de Las Argonáuticas.

Es interesante saber que la biblioteca no era una institución única y aislada, era el epicentro de algo más grande; la biblioteca era el corazón del Museion, palabra de la que deriva museo y que significa “lugar consagrado a las musas”.

– “Apolo y las musas” / Nicolas Poussin

Las musas eran 9 divinidades que fueron engendradas en 9 encuentros amorosos consecutivos protagonizados por Zeus y su hermana Mnemósine, representaciones del poder y la memoria respectivamente. Las musas eran quienes inspiraban las artes, las ciencias y la memoria.  Estas eran: 

  • Alíope – poesía épica.
  • Clío – historia.
  • Erato – poesía lírica y amorosa.
  • Euterpe – música y poesía lírica.
  • Melpómene – tragedia.
  • Polimnia – himnos y poesía sagrada.
  • Talia – comedia y poesía pastoral.
  • Terpsícore – danza y coro.
  • Urania – astronomía.

Como podemos ver, el proyecto de Ptolomeo era mucho más ambicioso que la simple acumulación de los saberes del mundo. El faraón pretendía aglutinar en su ciudad toda la cultura del orbe.

La relación entre la biblioteca de Alejandría con esta suerte de nueva biblioteca portátil llamada Smartphone, resulta ser más que evidente. Sin embargo, me gustaría puntualizar un par de cosas en esta correlación.

Primero el alcance del contenido. La biblioteca de Alejandría era de uso exclusivo para un grupo selecto de individuos, el resto de las personas podían concurrir a las llamadas “bibliotecas hijas”, una suerte de sucursales que existían fuera del Museiom y que por supuesto tenían mucho menos material que la biblioteca central. 

Otro punto fundamental que debemos considerar con respecto a estas bibliotecas secundarias es el hecho de que muy pocas personas sabían leer, ¡y menos aún en griego! Que estuviesen abiertas al público analfabeto era inútil. Por lo que podemos inferir que la “democratización” actual del saber no se debe al libre acceso a la información, sino al proceso educativo masivo de la población.

Pero no todo lo actual es color de rosa. En aquel entonces, las personas concurrían a la biblioteca en procura de sabiduría. Había en general cierto purismo en la búsqueda del desarrollo personal, tanto material como espiritual. En cambio, hoy el Smartphone nos abre las puertas tanto del cielo como del infierno. 

En su pantalla tenemos acceso a tanto material que no nos alcanzarían 100 vidas para recorrerlo, y gran parte es gratuito. Podemos disfrutar del arte o aprender prácticamente cualquier cosa de cualquier tema; o por el contrario, podemos perder el tiempo en idioteces o peor aún, alimentar nuestros más bajos impulsos.

Con respecto a esto último surge esta pregunta que se repite incesantemente: ¿Debemos regular el contenido de las redes o restringir el uso de los celulares en las aulas? 

Definitivamente no. Estas medidas no solo resultan ineficientes, sino que incluso son contraproducentes: nada resulta más tentador que lo prohibido.

La clave no está en la oferta sino en la demanda. La solución la alcanzaremos cuando todos y cada uno de nosotros nos comportemos como individuos virtuosos y simplemente no consumamos lo que no hay que consumir, cuando invirtamos nuestro tiempo y no lo desperdiciemos. 

Soy consciente de que esto es muy difícil, la dopamina que libera el consumo de las redes es muy adictiva, tan adictiva como el consumo de drogas, tabaco o alcohol.

¿Suena fantasioso esperar que las personas se comporten como adultas y sean responsables de su propio futuro y de su propia salud mental? Quizás lo sea, pero no resulta más fantasioso que el imaginar que las prohibiciones han de funcionar cuando nunca, en ningún tiempo o lugar de la historia de la humanidad lo hicieron.

Redacción

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Luis Brandoni fue distinguido como Personalidad Emérita de la Cultura Nacional y donó el premio a La Casa del Teatro

El actor Luis Brandoni, de 85 años, fue homenajeado en la tarde del lunes en la cúpula del Palacio Libertad y recibió el reconocimiento de la Secretaría de Cultura como “Personalidad Emérita de la Cultura Nacional”. En ese marco, decidió donar el premio monetario de 1 millón de pesos a La Casa del Teatro.

“He decidido que el premio que se me está otorgando en este momento darle un destino distinto a quedármelo”, destacó Brandoni durante la ceremonia. El actor explicó su decisión en el mismo acto junto a la presidente de La Casa del Teatro, Linda Peretz.

Peretz agradeció el gesto y remarcó el impacto para los residentes de la institución. “Muchas gracias, siempre involucrándote para que los compañeros, sus pares, estén contentos, tranquilos, sanos, en una posición digna de que en esta vida la gente que vive en la Casa del Teatro son compañeros de verdad, compañeros míos, que no tuvieron la suerte de tener un pasar o una vejez digna y entonces viven en la Casa del Teatro. Yo agradezco muchísimo que un compañero como Brandoni se involucre de esta manera”.

Redacción

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