El mundo de la pastelería lamenta la pérdida de Roberto ‘Loli’ Linguanotto, el legendario creador del tiramisú moderno, quien falleció a los 81 años. Este destacado pastelero transformó y popularizó el tiramisú en la década de 1960, trabajando en el renombrado restaurante Le Beccherie en Treviso, Italia. Su contribución no solo elevó este postre a un estatus icónico, sino que también dejó una marca indeleble en la gastronomía mundial.
Linguanotto, descrito como un hombre tímido, reservado y apasionado, reinventó el tiramisú inspirándose en una variante del clásico ponche de huevo. El postre fue concebido originalmente como un energizante para los hombres que visitaban una casa de citas cercana, de ahí su nombre “tiramesù”, que en dialecto veneciano significa “tira de mí”.
El gobernador de la región del Véneto, Luca Zaia, expresó su pesar ante la pérdida, destacando la influencia de Linguanotto en la pastelería: “Gracias a él, el tiramisú es hoy una excelencia culinaria reconocida en todo el mundo. Su maestría y deseo de hacer único e inimitable nuestro manjar veneciano han dejado un legado que perdurará”.
El origen y la evolución del tiramisú
La historia del tiramisú tiene múltiples relatos. Una leyenda popular sugiere que el postre fue creado en honor al Gran Duque de Toscana, Cosme III de Medici, en el siglo XVII. Sin embargo, la versión más aceptada señala que el tiramisú moderno fue codificado en Treviso y transformado bajo la mano de Linguanotto.
En su autobiografía, Linguanotto describe cómo comenzó a trabajar en Le Beccherie en 1970, donde colaboró con Alba Campeol, la propietaria, para experimentar con nuevas combinaciones de repostería. “Desde el principio, quise corresponder a la confianza que me dio la familia Campeol demostrando estar a la altura del rol que me asignaron. Y así, un día, juntando elementos conocidos y sencillos, nació el postre que inmediatamente se llamó Tiramesù”, relató Linguanotto.
El tiramisú, que luego adoptó su nombre actual, rápidamente ganó popularidad gracias a su sencilla pero exquisita combinación de ingredientes: café, bizcochos, mascarpone y huevos. La calidad de estos ingredientes fue siempre una prioridad para Linguanotto, asegurando que cada componente fuera de la más alta calidad.
Linguanotto no solo dejó su huella en Le Beccherie, donde el tiramisú se sigue preparando según su receta original, sino también en la Tiramisù World Cup, un evento que celebra este icónico postre. Francesco Redi, organizador de la competencia, recordó a Linguanotto con cariño: “Sin su invento, este movimiento mundial de amantes del tiramisú no existiría”.
A pesar de las múltiples historias sobre el origen del tiramisú, la versión consensuada por los autores Clara y Gigi Padovani en su libro “Tiramisù” confirma la influencia decisiva de Linguanotto en su popularización moderna. Este postre, uno de los preferidos por ocho de cada diez italianos, se ha consolidado como un símbolo cultural, reconocido en 23 idiomas y siendo el término italiano más conocido en China.