El CONICET sigue generando controversia entre los ciudadanos argentinos. Mientras algunas de las investigaciones asombran al mundo, otras hacen dudar de la importancia del organismo, al que le duplicarán los ingresos desde Nación, además de que aumentarán en un 25% los subsidios de los proyectos de investigación, en contexto de crisis.
En las últimas horas, un texto publicado por uno de los investigadores, el Doctor en Letras Facundo Nazareno Saxe provocó indignación y risas a los usuarios de Twitter. El artículo se titula: “Memoria queer e historieta anal: cuando el cómic nos abre el culo (y nos gusta)” y fue llevado a un congreso en La Plata en el año 2018.
Según se describe en el sitio web del “principal organismo dedicado a la promoción de la ciencia y la tecnología”, lo que intenta dicho artículo es: “rastrear y pensar ciertas cuestiones vinculadas a la disidencia sexual y las representaciones sexo-subversivas en el marco de lo que podríamos llamar memoria queer y autohistoria sexo-disidente. ¿Qué puede tener que ver la
palabra queer con la memoria y con la historieta anal? ¿Qué es la historieta anal? ¿Cómo puede ser que nos abra el culo y nos guste? ¿Nos gusta que nos abran el culo? ¿Está abierto el culo del sistema científico? Este texto también busca dialogar con lo que muchxs consideran un sistema científico asociado a las ciencias sociales y humanas sumamente serio y rígido. ¿Puede haber una ciencia queer? ¿Puede haber una ciencia anal? ¿Qué sería una ciencia anal?“.
Entre otros artículos publicados por Saxe se encuentran:
- La trampa mortal: derivas maricas de la disidencia sexual en la producción de conocimiento cientíco al recuerdo infantil de un beso. —
- Representación cultural de la disidencia sexual en el cómic: los “hombres deseados” de Ralf König en Der bewegte Mann.
- Disidencia sexual en el cómic alemán contemporáneo: el caso de Ralf König; entre otros.
En las redes sociales, varios usuarios pusieron en duda la importancia de las investigaciones de Saxe: “Importantísimo para el país”, dijo uno. “Decime que es una joda”, dijo otro, o “No puede ser real”, atinó a decir Alejandro. Incluso el periodista Eduardo Feinmann se rerió a Saxe y dijo que para él, “Saxe debería trabajar en el Ñoquicet (sic)”.
Actualmente, el organismo posee actualmente 10 mil investigadores, más de 11 mil becarios de doctorado y postdoctorado, más de 2.600 técnicos y profesionales de apoyo a la investigación y aproximadamente 1.500 administrativos. Trabajan distribuidos a lo largo del país -desde la Antártida hasta la Puna y desde la Cordillera de los Andes hasta el Mar Argentino- en sus 15 Centros Cientícos Tecnológicos (CCT), 11 Centros de Investigaciones y Transferencia (CIT), un Centro de Investigación Multidisciplinario y más de 280 Institutos y Centros exclusivos del CONICET y de doble y triple dependencia con universidades nacionales y otras instituciones.
De $ 13.581.029.086,6 fue el presupuesto otorgado al CONICET durante 2018 (últimos datos aportados en la página del organismo). Aunque sí vale aclarar que el total del monto está dividido en áreas de investigación que abarcan las diferentes disciplinas de las ciencias.