El artículo sobre este gran descubrimiento fue publicado en el año 2014 titulado “Dehydration Melting at the Top of the Lower Mantle”, el cual desmantela todos los detalles al respecto. Esta gran reserva se encuentra a 400 millas al fondo de la superficie terrestre en una gigantesca roca bautizada como “Ringwoodita”.
Según el informe, el agua se almacena en dicha zona, en un estado “esponjoso”. Hasta día de hoy, aunque han pasado 9 años, siguen sin explicar el origen de este fenómeno que ha acatado la atención de muchas personas, pero lo cierto es que, a pesar de no estar en un estado líquido en su totalidad, tiene un volumen incluso tres veces más amplio que el de cualquier océano de la Tierra.
El geofísico, Steve Jacobsen, durante conferencia de prensa nuevamente, sostuvo que “la ringwoodita es como una esponja que justamente absorbe agua” y que además “hay una estructura cristalina de la Ringwoodita que le permite atraer hidrógeno y atrapar el líquido”.
“Creo que por fin estamos viendo pruebas de un ciclo del agua en toda la Tierra, lo que puede ayudar a explicar la gran cantidad de agua líquida que hay en la superficie de nuestro planeta habitable”, agregó, durante el debate.
“Los científicos llevan décadas buscando esta agua profunda que falta, ya que este mineral puede contener mucha agua en las condiciones del manto profundo”, terminó de sentenciar.
Este gran y maravilloso hallazgo se basó principalmente en el estudio de los varios de los terremotos que se generaron en dicha zona, el cual algunos de los sensores sísmicos que conservan detectaron ondas de choques. La conclusión final a la que llegaron en este descubrimiento es que “si Ringwoodita contuviera tan solo un 1% de agua, habría tres veces más agua bajo la superficie de la Tierra que en los océanos de la corteza terrestre”.