Este martes 18, el ministro de Economía advirtió a los empresarios textiles y les dio una semana para que le presenten una propuesta “justa” que reduzca de manera inmediata los altos precios de indumentaria. El planteo fue a todas las cámaras empresariales y surge de la necesidad de que “moderen” sus aumentos “por la rentabilidad que ya tuvieron”.

Así, por la disparada de precios, Massa les reclamó a las empresas del sector “un programa de precios por cuatro meses para frenar la locura”. El enojo del ministro con los empresarios se da en el contexto de una disparada de precios en indumentaria. Por esta razón, indicó que quiere “acordar un sendero para no subir sin explicación de manera descontrolada los precios”. El pedido del ministro tiene fecha de vencimiento, este 26 de octubre los empresarios deberán proponerle “una tasa de aumentos que se ubiquen dos puntos por debajo de a inflación mensual de los próximos meses”, según explicó Massa.

En el intercambio con los empresarios, el ministro les abrió los costos y colocó sobre la mesa los beneficios que tienen, la alícuota diferencial, los bonos de capital de incentivo, los créditos de ampliación a tasa fija y otros subsidios. “Todo eso tienen y si joden lo hago y se los saco”, advirtió Massa y luego los amenazó con abrir las importaciones textiles.

Desde que asumió el gobierno de Alberto Fernández, el incremento del rubro vestimenta rondó el 400% frente a un aumento general del IPC del 255% en el mismo período y en los últimos doce meses, la indumentaria aumentó un 118% a nivel nacional, frente a un crecimiento de la inflación general del 83%.

Massa ya había advertido que también abriría las importaciones si no se solucionaba en forma inmediata el violento y extenso conflicto entre las empresas y el sindicato de neumáticos. A las 48 horas, ambas partes acordaron una salida negociada luego de más de cinco meses de conflicto.

El ministro destacó la semana pasada que el IPC mostró en septiembre una baja respecto de los dos meses previos, pero aclaró que está en un nivel demasiado alto, ya que la inflación rondará el 100% este año y mientras el Gobierno proyecta que ronde el para 2023, los consultores estiman que alcanzará un incremento parecido al de este año, lo que dejará a la Argentina como el tercer país con más inflación del mundo después de Zimbabue y Venezuela.