El informe Doing Business, del Banco Mundial, señaló que el país ocupa el lugar más alto en el ranking de presión impositiva real. Así lo demostraron los expertos en la materia Fernando Guntern y Matías Olivero Vila, en una conferencia virtual elaborada por Bruchou Legal Week, la que se dedicó al análisis de la carga fiscal que impacta a los contribuyentes.
“En el Doing Business 2020 del Banco Mundial, que estudia a 190 países, el sistema tributario argentino está ubicado en el puesto 170. Respecto del resto de América latina, lo que nos tira para abajo es la tasa total de imposición, porque Argentina tiene el 106% de imposición total sobre la utilidad, es el más alto sin contar en cuenta jurisdicciones de un millón de habitantes, como las Islas Comoras. Es decir, que Argentina es el país con la carga fiscal más elevada del mundo“, dijo Olivero Vila.

Agregó además que “este porcentaje es más del doble que el promedio regional y más alto que Brasil. Estamos en standalone también en materia fiscal”. Luego, advirtió sobre los efectos negativos generados: “falta de competitividad del sistema tributario argentino para las empresas, como de los mayores precios que pagan millones de argentinos, porque no es que las empresas pagan más, sino que los precios tienen que subir para absorber esta carga tan elevada”.
En referencia al Gobierno anterior, expresó que “no había controles cambiarios pero elevados impuestos y no hubo lluvia de inversiones, pero si bien en la gestión anterior se partía del diagnóstico de tener elevados impuestos, ¿hasta qué punto se actuó en consecuencia?”. Agregó además que, durante el mandato de Mauricio Macri “se hicieron intentos de bajar impuestos, pero, pero se quedaron a mitad de camino; Argentina pasó de terapia intensiva a intermedia y no supo competir”.

“Hubo países con condiciones económicas peores que la Argentina que supieron salir a tomar aire y reducir la carga fiscal sobre el sector formal, como Sierra Leona, o el Congo, mientras que la Argentina sigue teniendo una imposición total superior al 100 de carga tributaria formal”, manifestó.
Fernando Guntern, señaló que “hubo una tendencia a la baja entre 2016 y 2018, pero en 2019 con la crisis, el cambio de gestión y la pandemia, los cambios quedaron frezados o se revirtieron. Antes, se incrementó el pago a cuenta total del impuesto al cheque, cambios en el mínimo no imponible, unificación de alícuotas de las contribuciones a la seguridad social y se redujo en forma gradual el impuesto a las Ganancias para utilidades no distribuidas, pero todos esos cambios o se frenaron, o se revirtieron”.
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