La producción de las pymes industriales registró en julio una baja del 13,6% respecto del mismo mes del año pasado, la menor caída porcentuales desde que comenzó el aislamiento social en el marco de una mayor flexibilidad de las restricciones, aunque con evoluciones muy diferenciadas según el sector.
“El levantamiento de la cuarentena en prácticamente la totalidad de los rubros del área impulsó la reducción en la tasa de declive anual del sector manufacturero”, destacó al respecto la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en un informe en el que se mostró una caída interanual del 44,5% en la producción del sector de Calzado y marroquinería y del 34,2% en el textil.
En el otro extremo, hubo un dato positivo, con la primera variación sectorial positiva en varios meses, la de Productos de caucho y plástico, con un nivel superior al de doce meses atrás del 4,6%.
CAME indicó que pese a haberse disminuido los porcentajes de caída “se continúa trabajando con bajos niveles de uso de su capacidad instalada” y en los primeros siete meses de 2020 “la industria pyme acumula un descenso anual de 22,2%”.
Otro dato que preocupa a la entidad es “la disparidad de la baja entre las empresas más grandes y las más chicas”, ya que en la comparación interanual “las firmas con más de 50 empleados cayeron 7,5% anual mientras las que tienen menos de 50 empleados declinaron 14,2%”.
El menor declive ocurrió en Productos electrónicos e Informática, con un retroceso interanual de 7,8%, con una mayor demanda, en tanto en Alimentos y bebidas la baja fue de 8,8%, con mucha disparidad entre empresas.
“Algunas crecieron normalmente, por ejemplo, las de elaboración de vinos, y otras continúan con una situación difícil”, distinguió CAME.
En los dos sectores de mayor caída, la Confederación explicó que en el caso de Calzado y marroquinería algunas fábricas debieron cerrar “por varias semanas” ante “la escasa demanda y la reducción de los ATP”, mientras que el Textiles “incide la cantidad de comercios cerrados que aún persisten en ese sector y los protocolos de una persona por vez, que reduce la eficiencia del negocio que se traslada a los pedidos industriales”.