El economista Juan Carlos de Pablo se mostró muy preocupado por la actualidad económica y social que atraviesa la Argentina y comparó: “Se nos cayó, no un piano de cola encima, sino una orquesta sinfónica entera”.
En diálogo con empresarios, De Pablo comentó: “Lamentablemente estamos en uno de los momentos más difíciles desde que empezó todo esto. Primero hay recordar que el coronavirus es inesperado, desconocido y peligroso, que sumado a todos los problemas que teníamos en la Argentina se nos cayó, no un piano de cola encima, sino una orquesta sinfónica entera”, consignó Cronista.com, que tuvo acceso a la charla organizada por Planexware.
De Pablo también apuntó contra el presidente y su equipo económico: “Sumado a esto, seguimos teniendo récord de infectados y récord de muertos. Y como si fuera poco estamos hartos y tenemos al presidente, Alberto Fernández, con la palabra totalmente devaluada y con un equipo económico que es parte del problema, porque no está a la altura de la circunstancia”.
Riesgo inflacionario
“Por el momento, y destaco que es sólo por el momento, mientras el Gobierno está emitiendo a lo ‘loco’, la inflación está aumentando muy poquitito, y ante esta situación desde el Ejecutivo creen que ya están para el Nobel, pero no. Porque a medida que se sigan flexibilizando las actividades, el efectivo que hoy guardamos por las dudas lo vamos a empezar a gastar y a convertir en otra cosa”, comentó el economista.
Brecha cambiaria
“Las brechas son tentaciones al igual que los impuestos. Si a un señor que produce soja le decís que si su producto sale por la Aduana le van a dar $ 50 por cada dólar, pero que si sale por la frontera, pero sin la Aduana te, van a dar $ 150, qué creen que va a hacer. Entonces ¿cayeron tanto la exportaciones, o cayeron porque crecieron los que se fueron por la Aduana?”, planteó.
Por eso, consideró que “es importante que el Gobierno haga algo con la brecha cambiaria, esto quiere decir que primero y principal tiene que volverse creíble. Y acá los exigentes no son ni los bonistas, ni el FMI mientras no le pidamos plata, los exigentes somos los propios argentinos”.
*Fuente: El Cronista