El presidente de YPF, Horacio Marín, aseguró este martes que la petrolera estatal analiza aplicar una baja nominal en los precios de la nafta y el gasoil en octubre si se mantiene la tendencia en los precios internacionales del petróleo y si el gobierno posterga la suba en el impuesto a los combustibles líquidos (ICL). “No importa si es mucho o poco el descuento, es un cambio de paradigma. Tenemos que tener un acuerdo lógico en el que cuando aumente el petróleo hay que subir el combustible y cuando caiga, tiene que bajar”, sostuvo Marín durante el Foro de Energía organizado por la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en la Argentina (AmCham).
El ejecutivo sostuvo que respecto la Argentina tendrá en los próximos años dos tercios de su producción de petróleo destinada a las exportación y un tercio al mercado local, al revés de lo que sucede ahora. “Si no tenemos precios de paridad de exportación no nos vamos a poder desarrollar”, explicó.
Si bien la petrolera ha ido aumentando los precios de los combustibles mensualmente, Marín explicó desde hace algunos meses YPF no traslada de forma completa la devaluación del 2% mensual sobre el tipo de cambio oficial y las actualizaciones del impuesto a los combustibles, por lo que “YPF bajó el precio de la nafta en términos reales”. Sin embargo, el ejecutivo sostuvo que “Eso no se lo podemos decir a la gente porque el noticiero dice que aumentan 2,5% o 3%”.
Martín dijo que el consumo de combustible en estaciones de servicio aumentó en el último tiempo, un dato que contrasta con los datos de la industria, que ve con preocupación que se sostiene la caída: según datos oficiales, en agosto las ventas de nafta y gasoil cayeron 9,2% interanual, acumulando nueve meses consecutivos de caídas, con un retroceso incluso mayor que el registrado en julio, cuando la caída había sido 5,2%, y junio, cuando la baja fue del 3,4%.
Según reseñó el sitio Infobae, la nafta súper de YPF en CABA cuesta $1.059 desde el primero de septiembre y la premium $1.309 por litro. El gasoil super vale $1.084, mientras que el diesel premium, $1.334 por litro. En el caso de la nafta súper, desde noviembre del año pasado acumula un aumento de 240%, del 91% desde diciembre y del 51% en lo que va del año. Sucede que además del impacto de la devaluación de diciembre se sumó la liberalización inicial de los precios -“pisados” durante la gestión del ministro Sergio Massa– y la recomposición parcial del atraso que acumuló el impuesto a los combustibles líquidos durante los últimos años.
Con el objetivo de limitar su impacto inflacionario, el ministro de Economía Luis Caputo frenó el ritmo de los aumentos en los combustivles instruyendo a YPF a que mantenga sus incrementos promedio a nivel nacional en línea con el crawling peg del 2% mensual más algún punto adicional para recomponer su margen y postergando los aumentos del impuesto a los combustibles, que se encuentra indexado a la variación trimestral de la inflación que informa el Indec.
Si se actualizara el impuesto, la nafta súper debería aumentar hasta los $1.190 solo por el componente impositivo, mientras que el gasoil llegaría a los $1.400 en la Ciudad.
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