En las próximas semanas, La Casa de la Moneda finalizará la impresión de los nuevos billetes de $2000, que serán los de mayor denominación en el país. Los mismos estarán circulando en la calle en el mes de junio, según afirmaron fuentes oficiales.
La tanda del nuevo papel moneda será el que hace honor a la salud nacional, con la imagen del Instituto Malbrán, de Cecilia Grierson y de Ramón Carrillo.
El billete de $2000 se anunció a principios del mes de febrero para “mejorar el funcionamiento de los cajeros automáticos y, al mismo tiempo, optimizar el traslado del efectivo”, de acuerdo a lo que había expresado en aquel entonces Miguel Pesce, director del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
No obstante, a dos meses de anunciarse y sin haber salido a las calles, el billete nuevo ya ha perdido significamente su valor. Según el economista y director de Focus Market Damián Di Pace “el billete ya nace devaluado”.
“Entre el timing de su creación en la casa de la moneda y su entrada en circulación el billete ya nace devaluado”, afirmó y ejemplificó recordando el lanzamiento del actual billete de mayor denominación. Cuando el papel moneda de $1000 comenzó su curso legal el 30 de noviembre de 2017, valía un 90% de lo que vale actualmente.
Seis años después de su lanzamiento, se proyecta que a finales de este año tenga un valor equivalente a $56,18. En síntesis, lo que en 2023 se compra con un billete de $1000, en noviembre del 2017 se compraba por $56,18. De la misma forma nace y yace el nuevo billete.
“Nuestra economía tiene un problema importante por que comienza a disminuir la demanda del peso argentino en relación a su emisión y oferta en el mercado. Ese dinero excedente en el mercado en circulación por encima de lo que necesitamos para satisfacer las demandas de la economía está generando una pérdida de valor cada vez más veloz del peso argentino“, analizó el economista.
Y cerró: “A su vez, el contexto eleccionario y las internas políticas no colaboran en la generación de confianza y credibilidad por parte del gobierno para que su política fiscal y monetaria retomen la demanda de dinero”.