Según una encuesta de Poliarquía, el 53% de la población cree que los precios subirán fuertemente en los próximos meses, lo que expone el desamparo y el sentimiento de abandono en cuanto a acciones políticas que gran parte de los argentinos sufre.
Además, el 55% de los ciudadanos evalúa negativamente la situación del país, superando el peor registro que la encuestadora tenía hasta ahora y que databa del año 2009, durante el primer gobierno de Cristina Fernández.


Cuando las promesas no alcanzan
Los bonos anunciados por el ministro Guzmán, el anuncio de la fracasada “guerra contra la inflación”, y la insistencia de congelar los precios del ministro Roberto Feletti, no han hecho más que tratar de ocultar y aplacar, -sin éxito- lo inevitable, el letal golpe al bolsillo de los argentinos.
La principal razón por la que los argentinos han reducido el consumo de los productos de la canasta básica, es por la falta de poder adquisitivo, la plata no alcanza. Considerando los precios antes de la pandemia, una familia de cuatro personas necesitaba $38.960 para adquirir la canasta básica. Hoy esa misma canasta se elevó a un total de $89.690, pero el ingreso salarial promedio se “clavó” en $32.192.



Además, un punto no menor es la comparación de los salarios medidos en dólares, porque a pesar del negacionismo que gira en torno a la dolarización de la moneda, lo cierto es que argentino que puede ahorrar lo hace en dólares, y los precios son fijados a partir del valor del dólar. Según EdairyNews, el salario medido en dólares vale menos de la mitad que hace cinco años. El punto más alto del salario argentino en dólares, fue en el año 2017, durante el gobierno de Mauricio Macri, con 1.318 dólares. Hoy está medido en 588 dólares, un 55% abajo.
[cm_ad_changer campaign_id=”2″]