El presidente del Instituto de Trasplante de la Ciudad de Buenos Aires, Fernando Cichero, en una entrevista con La Nación, analizó la situación precaria del sistema de salud pública en cuanto a la atención gratuita a extranjeros no residentes. Sugirió revisar la estrategia general para aliviar la carga de los hospitales, proponiendo medidas como el recupero de gastos y seguros de salud obligatorios.
En relación con la propuesta reciente del jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, de cobrar por los servicios de salud pública a los bonaerenses que se atiendan en la Ciudad, Cichero explicó que “la proporción que encontramos es 60% de pacientes de la Ciudad y 40% del Conurbano. En algunos casos, la relación es 70% Conurbano y 30% Ciudad. De modo que la persona que vive en la Ciudad, además de pagar su cobertura, soporta con sus impuestos la salud pública de 33 hospitales. Un número enorme”.
En este sentido, aclaró que la intención no es dejar de atender, sino "generar lo que en la administración de la salud se llama recupero de gastos. Los bonaerenses pagan impuestos a sus municipios para recibir atención médica, pero utilizan los servicios de la Ciudad".
Turismo sanitario
Sobre el tema de los extranjeros no residentes, Cichero mencionó que el sistema de salud argentino es único en el mundo, ya que es de gratuidad absoluta para quienes lo utilizan, pero supone un costo fenomenal para el Estado argentino. "Si bien, según la Constitución, cualquier persona que pise nuestro territorio tiene garantizada la salud, creo que ya hemos sido demasiado benevolentes, porque a los argentinos –en ningún lugar del mundo– se les atiende gratis", afirmó.
Para ilustrar su punto, compartió un ejemplo concreto: "Me llega un chico de 23 años al Hospital Fernández para operarse de dos válvulas cardíacas. Recién bajado del ómnibus desde Perú, la familia lo trae al hospital y lo deja internado. Le hacemos todos los estudios y lo opero. Le escribo al cónsul peruano para pedir simbólicamente que, por lo menos, ya que la cirugía la costea el Estado argentino, paguen las válvulas, que son un bien costoso que el paciente se lleva consigo. El cónsul peruano me respondió que no las pagarían. Yo propongo que si una persona no tiene cobertura, no tiene documento argentino ni tampoco reside en el país, se le requiera un seguro de salud obligatorio para atenderse en los hospitales argentinos".
El costo de las válvulas, explicó más adelante, ronda los diez mil dólares. Por ello, señaló la existencia del "turismo sanitario" y mencionó que "la culpa es de los gobiernos que no organizan los requisitos que debería cumplir quien entra a la Argentina y luego requiere una atención médica muy cara. Como médico, no puedo juzgar. Pero, institucionalmente, si tengo una cama reservada para una cirugía cardíaca para un argentino de Jujuy pero me llega un indocumentado que me requiere esa cama, si yo no lo opero, me arma un revuelo legal. Me ha sucedido que un extranjero sin cobertura ni residencia me presente un amparo para una cirugía del corazón o un tratamiento dialítico. ¡Pero señor si usted tiene documento paraguayo! Vinieron las organizaciones de DD.HH. a reclamarme la cirugía y se terminó haciendo. Es lo que pasa siempre".