Las calles están llenas de carteles y folletos, los militantes empiezan a copar las esquinas del casco y la periferia, pero la campaña en serio no comenzó. La necesidad de instalar imagen en la vía pública es moneda corriente, sobre todo para aquellos precandidatos cuyo conocimiento público no trasciende de su entorno cercano.
En el caso del oficialismo platense, el intendente Julio Garro ya superó esa etapa de posicionamiento visual (lleva dos mandatos consecutivos y esa instancia la vivió cuando fue diputado, entre 2009 y 2013) toda la energía está puesta en exhibir gestos de conciliación con otros dirigentes y la sociedad y por sobre todas las cosas, en mostrar gestión.
Durante la semana, entre múltiples actos, tuvo un encuentro con empresarios, a quienes alentó a invertir y con eso fortaleció el perfil productivista que quiere imprimirle a la capital bonaerense. En una aparición televisiva reciente (fue entrevistado en el canal LN+) abordó el tema, pero puso hincapié en consensuar políticas con todos los sectores (aunque fue crítico con el gobernador Axel Kicillof) y explicó que la ciudadanía tiene como principales preocupaciones la inseguridad y la inflación.
Incluso Garro fue consultado por su rival interno, el senador Juan Pablo Allan (que sufrió una importante fuga de dirigentes, tal cual explicó Data24), quien representa al ala dura del PRO: un “Halcón” con ambiciones propias pero que genera desconfianza en el paladar moderado del partido fundado por Mauricio Macri.
Garro negó que en el Municipio haya habido una “caza de brujas” con los empleados del senador y precandidato de Juntos e incluso minimizó las diferencias existentes y evidentes entre ambos al sugerir que dialogará con ese espacio una vez transcurridas las primarias.
En esa emisión, aprovechó para enviarle un mensaje por elevación al mandamás bonaerense por no hacer nada frente al flagelo de la inseguridad. El jefe comunal justamente es uno de los abanderados en el reclamo de la policía propia y cuestionó al economista por haberle quitado al Municipio el manejo de las fuerzas de cercanía en manos de la Comuna.
Es justamente Kicillof el principal impulsor de su rival después de las PASO: el ministro de Justicia Julio Alak, quien intenta reordenar el hormiguero pateado en el que nuevamente se convirtió el panperonismo, esta vez bautizado con la nomenclatura Unión por la Patria.
En el búnker de UxP preocupa la posible dispersión del voto peronista post PASO y recuerdan lo que pasó en el 2019, cuando el kirchnerismo arrasó en las primarias pero finalmente la ganadora de la interna, Florencia Saintout, hoy contenida dentro de la principal lista peronista como aspirante a primera senadora (tiene un ingreso seguro incluso ante una mala performance del justicialismo) no pudo capitalizar el voto de los demás precandidatos.
Un escenario similar en cuanto a cantidad de listas (hoy Alak compite con otras 4), pero en otra coyuntura. El kirchnerismo duro ahora está dentro de un esquema bajo la postulación de un candidato de centro, proveniente de un peronismo clásico y tradicional, conocido en las generaciones de entre 40 y 75 años, pero que necesita captar el voto joven y de tendencia progresista, justamente el rol de la ex decana de Periodismo, que nuclea buena parte de la militancia camporista y puede aportar ese acercamiento de las nuevas generaciones.
Las demás listas, tal como informó este portal, son, como se dice en la jerga “de cartón”: el bruerista Guillermo Escudero (edil con dos años más de mandato) intenta que el barco ya venido a pique no se siga hundiendo. El referente de Kolina y ex concejal, Gastón Castagneto, usa la portación de apellido y se espera que, tras ser derrotado por “El Turco”, sume su mínimo caudal de voto a la lista del oriundo de Benito Juárez.
Obviamente del bruerismo no se espera lo mismo pero en la usina de campaña de UxP también confían en que lo que saque la concejal Paula Lambertini (cercana a Saintout en los últimos comicios) también sume porotos para pelearle en la general a Garro. La lista del ex juez Luis Arias también competirá y lo que pase con esos votos será una incógnita.
El massismo también quedó contenido en la lista mayoritaria y por eso en ese aspecto hay tranquilidad. El mes de julio agoniza y como evalúan los expertos en numerología electoral y armado de campañas, “la apuesta en serio empieza el 1 de agosto y dura hasta el 10”, desde cuando regirá la veda electoral.