Una particular situación ocurrió en el centro de Rosario (provincia de Santa Fe). Maximiliano Quintana, un delincuente de 25 años, aprovechó que el conductor de un Renault Kangoo gris bajó para entrar a un comercio y se llevó el vehículo.
Sin embargo, la víctima comenzó a pedir ayuda a gritos y otros automovilistas colaboraron para encerrar al ladrón, que abandonó el utilitario para huir a pie, aunque vecinos lo retuvieron a golpes hasta que llegó la Brigada Motorizada. Quintana en el Centro de Justicia Penal enfrentó su audiencia imputativa. La fiscal Lagar Mariángeles le había pedido prisión preventiva efectiva por el plazo de 60 días. Insólitamente, el juez Héctor Núñez Cartelle le dio la libertad.
Tras su decisión, el magistrado ordenó que Quintana cumpla por 60 días las siguientes reglas de conducta: fijar domicilio, presentarse semanalmente ante la Oficina de Gestión Judicial, no acercarse a la zona de Catamarca y España donde ocurrió el hecho, no salir de Rosario, no portar armas y no cometer nuevos delitos. El episodio comenzó cuando el dueño de la Kangoo, estacionó su vehículo para dirigirse a un comercio.
“Cuando bajaba en un negocio, me empujó y se llevó el auto”, dijo la víctima en diálogo con la prensa, y agregó que instantáneamente el conductor de un Chevrolet Corsa de 63 años que había visto el robo frenó y lo invitó a subir a su auto para perseguir al sospechoso.
La persecución se llevó a cabo hasta Urquiza y Boulevard Oroño, cuando el semáforo se puso en rojo y el utilitario quedó con escaso margen de maniobra por estar rodeado de vehículos. En ese momento, y según quedó filmado por una testigo, Maximiliano Quintana dejó el Kangoo en medio de la calle e intentó escapar a pie.
Sin embargo, ante los gritos de la víctima, vecinos redujeron al delincuente entre gritos, patadas y golpes de puño. “Una chica que iba con un bebé en el auto se dio cuenta y le cruzó el auto. Yo llamé al 911 y le dije al ladrón que se baje porque estaba rodeado”, comentó una mujer que colaboró con la retención civil.
Mientras la Brigada Motorizada de la fuerza provincial arrestaba al delincuente, el conductor del Corsa que llevó a la víctima del robo para perseguir al sospechoso se descompensó y tuvo que recibir asistencia médica. “Tiene 63 años, tuvo un preinfarto y tiene 2 stents”, explicó su hermana ante los medios presentes.
Quintana fue trasladado a la Comisaría Segunda después del robo y, por consiguiente, fue llevado a audiencia imputativa en el Centro de Justicia Penal por Lagar, de la unidad fiscal de Investigación y Juicio 4, que lo acusó por el robo del utilitario. Luego, el juez lo liberó.