Comenzó el último mes del 2022 y para el oficialismo bonaerense será más cuesta arriba que lo normal, teniendo en cuenta que todavía no llegaron a un acuerdo con la oposición para la aprobación del Presupuesto 2023. A través de los intendentes, desde Juntos por el Cambio (JxC), habían puesto una serie de condiciones para acompañar el proyecto, pero todavía los puntos de vista están lejos.
Cabe recordar que, durante un encuentro realizado en la capital de la provincia, los jefes comunales de JxC le acercaron los números al Gobierno que pretendían para alzar la mano en el recinto. Como respuesta obtuvieron una contraoferta por parte de Axel Kicillof que no logró satisfacer sus deseos y el pacto entre ambos bandos quedó trunco.
Entre los requerimientos de los alcaldes amarillos, pretendían el desembolso de casi 82 mil millones de pesos, destinados a obras y a mejorar la seguridad en sus respectivos distritos. La contestación de Kicillof era bastante por debajo del borrador que le habían acercado y ofrecía una suma que rondaba los 34 millones, menos de la mitad.
Sin embargo, la situación parece haber tenido un giro favorable al Frente de Todos (FdT). Resulta que desde el Ejecutivo les acercaron una nueva propuesta que contó con un incremento del orden del 47 por ciento respecto de la anterior y si bien todavía no conformó por completo a la oposición, se supo que el acuerdo estaba mucho más cerca que hace una semana.
De esta forma, para que las negociaciones lleguen finalmente a buen puerto, esperan que se ajusten algunos detalles en cuanto al desembolso de fondos. Por lo pronto, la oposición también cedió a sus demandas y ahora piden 70 mil millones de pesos, unos 12 mil millones menos que los 82 reclamados en el primer encuentro desarrollado tiempo atrás.
Sin embargo, el punto que todavía sigue poniéndole un freno al acuerdo es el momento en el cual la Provincia girará el dinero a los Municipios. Los intendentes insisten en que el 50 por ciento del total sea bajado durante los primeros tres meses del 2023, para asegurarse un buen colchón que les permita resistir los embates de la escalada inflacionaria que golpea al país.
Del último encuentro, encabezado por el jefe de Gabinete Martín Insaurralde junto el ministro de Economía, Pablo López, la vicegobernadora Verónica Magario, el presidente de la Cámara de Diputados, Federico Otermín, y los jefes de bancada del FdT, César Valicenti y Teresa García, los alcaldes se llevaron la contrapropuesta para analizarla puertas adentro.
Esta vez, la oferta puesta sobre la mesa es de 50 mil millones de pesos a repartir entre el Fondo de Infraestructura Municipal (FIM) y el Fondo de Seguridad, números bastante más elevados a los 32 mil millones que habían elevado en el cónclave celebrado la semana pasada. Y, si bien calmaron las pretensiones opositoras, todavía sigue el tironeo para la aprobación de la Ley de Leyes.
De esta forma, ahora la pelota quedó nuevamente en manos de quiénes representaron a la oposición. Ellos fueron los presidentes del bloque de Juntos en Diputados, Maximiliano Abad, y del Senado, Christian Gribaudo, el vicepresidente segundo de la Cámara baja, Adrián Urreli, y los intendentes Julio Garro de La Plata y el radical Roberto Suescún de Rauch.
Por lo pronto, hay un cuarto intermedio hasta el martes, donde volverán a verse las caras para intentar acercar las posturas de unos y otros. Con la confianza depositada en un acuerdo, se espera que en los próximos días se convoque a la sesión en ambas cámaras para tratar el Presupuesto 2023 y la Ley Impositiva, y finalmente lograr la aprobación de ambos proyectos.