Facundo Moyano, ex diputado nacional por el Frente de Todos y sindicalista mafioso, resulta ser el caso de político mediático que pocos proyectos ha redactado, para pasar más tiempo “haciendo la plancha” y buscando la manera de realizar algún negociado. De tal forma, que sus oscuros negocios terminan saliendo a la luz, o bien quedando muy desprolijos a la vista. Si bien presentó más de 200, muchos de ellos fueron firmas de apoyo, o bien muy controversiales como impulsar que el 25 de marzo se declare el Día de la Mujer Boxeadora.
Para ello, su eje está en partir desde el Club Atlético Alvarado, entidad deportiva en donde ejerce de cómo vicepresidente primero. Por un tiempo lo negó, hasta que su vínculo terminó siendo demasiado obvio, y no le quedó más que hacerlo público. Desde los pasillos de la institución con sede en Rodríguez Peña 4984, aún recuerdan cómo se paseaba con representantes de “La Brava” y se encerraba en despachos por horas.
“Reventa de entradas, plata para los micros, venta de drogas y mucho más, lo que se arreglaba entre 4 paredes entre los jefes de la barra brava y él, quién es el verdadero dueño del club”, expresan empleados del club. Moyano habría aprendido de su padre y hermanos el modus operandi de la política, dentro de un sistema de aprietes y vínculos rancios. Ya que, ello le ofertaría la oportunidad de poder negociar y generar un espacio de poder.
En la misma línea, entendió que debe llevarse bien con la nueva generación de “La Brava” en Alvarado conducida por “El Tubi”, “El Nenuco”, “El Emi” y “El Lucas”, quienes lograron estar al frente mediante tiroteos y muertes. Poco le importa ello, porque el legislador nacional, de vez en cuando, se juntaría a comer con ellos un asado y vino de por medio.
Claro está que entendió en donde estaba la fuente del poder, cuando retornó a finales del 2019 hacia “El Torito de Mataderos”. Las idas y vueltas en sus romances con modelos como Nicole Neumann o Susana Giménez no son más que ruidos en la prensa, para ser solamente nombrado.
Lo que no es bueno para su imagen es la ida con retorno de los espacios políticos ya que, la gente se cansa de dirigentes que dicen y hacen distinto. Para ser claros, a principios del año 2018, declaró que Cristina Fernández de Kirchner debía ser “juzgada como cualquier persona por sus actos” y, después, se convirtió en líder del espacio por el cual llegó a su banca en el Congreso Nacional.
El “Lado B” de sus negocios
Hubo una lluvia de críticas a Facundo Moyano tras afirmar que el Coronavirus es “psicosomático”, ejemplo de que como dirigente está a falto de un golpe de horno. “Fue una respuesta sobre mi situación personal”, aclaró días después, tras darse cuenta que dijo una idiotez.
Eso sí, para lo que estaría bien armado, es el hecho de los negocios oscuros con el narcotráfico. Muchas son las denuncias que expondrán un triángulo corruptor entre el moyanismo de Alvarado, junto a OCA SA y Andreani Grupo Logístico. Para ser más específicos, negociarán con cocaína.
Carlos Cirimelo y Javier Moyano, CEO y encargado de la División Transportes, serían las cabezas negociadoras de la parte correspondiente de Andreani. La logística provendría desde esta empresa que maneja el ex legislador. El conductor del correo que se encargaría de poner al personal en negro para este blanco negocio es Fernando Minaudo, quien tiene en sus manos también el Grupo de Narváez. Su difunto mandatario, Patricio Farcuh, fue quien habría depositado sobre riendas el inicio del negocio con OCA SA para ofrecer información de rutas.
“La materia prima viene desde dentro del club, de gente muy vinculada a Moyano”, aseveró un trabajador de la institución de la sede de Alvarado. Y añadió a Data24: “Obvio que el vice se encarga de negociar quien la lleva y el otro que elige los destinos”. Toda la polémica se destapa justamente en el contexto de su controversial reunión con los jefes sindicales Guillermo Moser (Federación de Luz y Fuerza) y Juan Pablo Brey (Asociación Argentina de Aeronavegantes), en la sede de la Unión Ferroviaria. También hizo gala de presencia el titular de este último gremio, Sergio Sasia, para intercambiar “ideas” acerca del proyecto oficial que eleva el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias.