En la Ciudad las cifras fueron similares a los del 2002 en el primer bimestre. No hay nada que muestre que el mercado pueda repuntar: la demanda sigue sin surgir pese a que existe una caída de precios superior al 30%.
Mientras que los alquileres no mejoran. Como resultado de la Ley de Alquileres los propietarios no están queriendo alquilar y sacan las propiedades del mercado. Esta ley no solo perjudica al propietario porque solo deja actualizar el precio cada doce meses (cuando antes se hacía cada tres o seis), y ahora se basa en un índice que provee el Gobierno y que se encuentra por debajo de la inflación. Por eso, cuando los contratos se vencen los propietarios deciden sacar las propiedades del mercado.
Sin dudas los 3 peores momentos en el mercado inmobiliario fue el corralito del 2001, el primer cepo de Cristina y el gobierno de Alberto Fernández.




