Una imagen de la cruda realidad se viralizó en redes tras ser publicada por el periodista pampeano Gastón Lang, en su cuenta de Facebook. En la foto, puede verse a una clásica silla de jardín de patio amarrada a una suerte de soporte con ruedas. El artefacto en cuestión, fue entregado a un paciente de 86 años que concurrió al Hospital Lucio Molas, de Santa Rosa.
“Cuando llego al Hospital no había lugar para estacionar, porque estaban las ambulancias, tengo que ponerme más lejos. Entonces, me comentaron que las sillas de rueda eran 4 y estaban ocupadas y trajeron esas, que las utilizan como silla de ruedas. Hay solo 4 sillas en todo el Hospital. Eso me lo dijo una enfermera”, relató la fuente que le acercó la foto al periodista.
“Mi papá tiene 86 años, anda con andador y está imposibilitado de caminar y hacerlo en una larga distancia se le complica. Entonces pido una silla de ruedas y me dan eso. Así que imaginate: hacía dos pasos y se me movía todos para los costados, se me caía. Tardé un montón hasta llegar a los consultorios”, concluyó.
La imagen muestra la precaria situación que afronta el sistema de salud pampeano, producto de la inoperancia del Gobierno provincial, encabezado por Sergio Ziliotto, cuya única preocupación es extender el dominio hegemónico del peronismo en esa provincia, que gobierna desde 1983.
PACIENTES Y PERSONAL DE SALUD: LAS VÍCTIMAS DE LOS INTERESES ELECTORALES DEL GOBIERNO
Las acciones tomadas por el Gobierno provincial, en casos como éstos, se cobra dos víctimas. Por un lado, los pacientes y por el otro, el mismo personal de salud, que durante la pandemia fueron ninguneados y, tal cual hacen actualmente, trabajan como pueden y con lo que tienen.
De hecho, el personal del Hospital Lucio Molas realizó una protesta a mediados de junio de este año reclamando aumentos salariales en los adicionales que cobran por hacer guardias y porque les suspendieron las vacaciones de invierno.
En ese momento, declararon que: “Nosotros creemos que deberíamos cobrar por lo menos el doble de lo que nos pagan en la actualidad, hoy nuestro trabajo está bastardeado, ninguneado y sometido a un gran estrés. Está claro que muchos enfermeros y enfermeras no vamos a salir bien psicológicamente de esta situación (…) Desde hace casi un año y medio que estamos devastados”
“Una guardia de seis horas de un enfermero que no es licenciado, cobra $1.600 pesos extra, por fuera de las horas que además cubrimos como guardia de servicio, es aporte que hacemos los enfermeros para sostener un sistema de salud que se cae a pedazos y que en realidad sostienen los trabajadores porque a esto no lo sostiene la patronal“, agregaron en la protesta.
Además, fueron lapidarios hacia la gestión Ziliotto: “Llevamos un año y medio trabajando a destajo. Para los aplausos y las fotos de pan y circo están, pero después para el señor gobernador o el director del Hospital no existimos”. y agregaron además que “Los enfermeros no existen para el sistema de salud, pero sí nos exigen, nos agregan más camas de terapia, nos someten a jornadas laborales donde salimos con terribles dolores de cabeza y encima nos llevamos estas angustias a nuestros hogares. Nosotros somos seres humanos, no somos máquinas. Ver el padecimiento y la muerte nos jugará una pasada terrible en la psiquis y a eso lo sabemos, pero nadie se ocupa de eso”.
“¿Cuánto más les van a exigir? No se puede seguir de esta manera, están al límite”, planteó ATE, y agregaron que “entendemos la situación que atraviesa la provincia por la pandemia, pero es imperioso priorizar a quienes sostienen el sistema de salud (…) a pesar de todas las adversidades que se han presentado, el agotamiento, el estrés y la angustia, jamás dejaron de ponerse a disposición”.
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