
Hace unas semanas comenzaron a circular unos rumores sobre la tensa relación entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Tanto fuentes de la oposición, como del oficialismo, cuando el Jefe de Estado se enfadó y amagó con renunciar, su vicepresidente le respondió fríamente: “¡Vos sos el Presidente!”.
En estado de alarma, voceros del oficialismo afirman que “más allá de las gestiones de Máximo, Massa y Wado, no va a ser fácil administrar un vínculo político quebrado”. Muchos políticos oficialistas prefieren evitar el tema hasta en off the record con el periodismo. Los menos discretos piensan que los tiempos políticos se aceleraron dramáticamente. Siempre pensaron que la administración de Alberto era de transición pero jamás esperaron que tan rápidamente “se acabara el amor”. La sucesión se anticipa varios meses y hay pocos candidatos para la presidencia del FTD: Máximo Kirchner, Axel Kicillof y Sergio Massa.
“Todos miramos ahora las elecciones de este año para ver cómo encaramos rápidamente el 2023”, dicen con cierto desconcierto. Consideran que están obligados a ganar las elecciones legislativas para acumular poder. Cuando se le consulta a voceros K por qué no avanzan mas sobre ministros cuestionados por la ex presidenta, responden: “Ahora tenemos que ir con cuidado porque no queremos que Alberto patee el tablero, nadie quiere hacerse cargo de este escenario crítico”. Parecería que el jefe de Estado está tan a la defensiva que le queda una sola estrategia para intentar detener a Cristina: amagar con que hacer las valijas y abandonar el poder.

Esta semana Máximo Kirchner, Wado De Pedro, Axel Kicillof, Sergio Massa, Martín Insaurralde y Mayra Mendoza tomaron “prestada” la Casa Rosada para intentar negociar con Cristian Ritondo y Jorge Macri la postergación de las PASO. Una movida del poder que está concentrado en la provincia de Buenos Aires y que hoy desplaza al propio Gobierno nacional. Por eso no fue casual la ausencia de Fernández y del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.
Desde la provincia de Buenos Aires empiezan a surgir las ideas que luego la administración de Alberto termina tomando como propias. Desde las recomendaciones de Nicolas Kreplak sobre las restricciones por venir frente a la segundo ola de covid, como el endurecimiento de Kicillof con los bonistas de la deuda bonaerense para condicionar a Martín Guzmán.. En este marco, el escenario es cada vez más complicado para el Ministro de Economía, quien se ha convertido en la única expresión moderada dentro del oficialismo.
Paralelamente, Massa muestra públicamente una consolidación de su alianza con Máximo y una mejor relación con Cristina, con quien compartió un almuerzo de 6 horas en el Senado el 1 de marzo, luego del discurso de Alberto. ¿Massa busca ocupar el lugar de Alberto y pararse en el centro político? Lo cierto es que los Kirchner necesitan de Massa para una construcción electoral con cierto pragmatismo en la provincia de Buenos Aires. Sería un error ir con una lista super K dado que corren el riesgo de quedarse solo con la base electoral propia más el voto cautivo de la Tercera Sección Electoral.
