Este miércoles, fueron secuestrados poco menos de 84 kilos de cocaína en el interior de la bodega de un avión de la empresa KLM Cargo que estaba a punto de despegar del Aeropuerto Internacional de Ezeiza y tenía como destino final la ciudad holandesa de Amsterdam.
En el marco del operativo quedaron detenidas 23 personas, entre la tripulación y el personal de carga, informaron hoy fuentes de la investigación.
Ocho de ellos pertenecen a la empresa Intercargo, que maneja el servicio de rampa de Ezeiza y que controla La Cámpora desde el año 2012. Ello por decisión de la entonces presidenta Cristina Kirchner, quien la intervino para “proceder al saneamiento económico-financiero”.
En los años 90, la empresa supo ser controlada por Alfredo Yabrán, quien la habría utilizado como parte de un eficaz engranaje para contrabandear y traficar estupefacientes, de acuerdo al testimonio de Domingo Cavallo a uno de estos periodistas en el marco de su libro “La larga sombra de Yabrán” (Sudamericana 1998).
En esos días, fueron detenidos un tractorista y un auditor de Intercargo también en Ezeiza cuando estaban a punto de cargar en las bodegas de un avión con destino a Sudáfrica dos valijas con 40 kg de cocaína.
“Es inconcebible que la droga haya llegado hasta ahí. ¿Qué mafia está actuando para que por los aeropuertos de nuestro país pase la droga con permiso de quién sabe quién?”, dijo entonces Graciela Ocaña.
Como sea, el hallazgo de la droga se produjo en la pista del Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini durante un operativo de rutina realizado por la Aduana que incluyó la participación de más de 50 agentes y cinco perros adiestrados en la búsqueda de estupefacientes, el cual fue ordenado por el juez en lo Penal Económico 9, Javier López Biscayart.
Según las fuentes consultadas por la agencia de noticias Télam, se trata de un vuelo de la empresa KLM Cargo operado por Martinair Holand, que provenía de la ciudad de San Pablo, en Brasil, y que tras la escala en Buenos Aires, tenía previsto partir a las 15 de la termina TCA de Ezeiza hacia Amsterdam.
El procedimiento se produjo por la tarde cuando el avión estaba a punto de despegar y apareció el personal de Aduana con una orden judicial para realizar una requisa en toda la nave.
Con la ayuda de los perros rastreadores de estupefacientes, los investigadores hallaron en el interior de la bodega del avión, disimulado entre los pallets, un cargamento de 82 ladrillos de cocaína que arrojaron un peso aproximado de 84 kilos.
En ese momento, por orden de López Biscayart, se ordenó la aprehensión de los tres pilotos, como así también de otras cuatro personas, entre ellas personal de pista y de carga -justamente los empleados de Intercargo- que participó en el abastecimiento del avión.
Como sea, el juez intenta determinar ahora si la droga venía en el avión desde Brasil o si fue cargada en Ezeiza.
*Fuente: Periódico Tribuna de Periodistas – Christian Sanz y Carlos Forte