El líder de La Libertad Avanza (LLA) y actual diputado nacional, Javier Milei, ha comenzado a tener graves golpes en su imagen política, como consecuencia de diferentes denuncias que ha comenzado a tener por parte de militantes, y también seguidores. Lo cual alcanza para pensar que sus aspiraciones presidenciales cuentan con una fecha de vencimiento.
Desde un inicio, se lo señaló por plagio de nombre del espacio político, La Libertad Avanza. Vale recalcar que ya contaba con denuncias antiguas sobre material profesional en libros y notas periodísticas, lo cual le dio cierta veracidad a las denuncias mismas.



Luego, comenzaron algunos cuestionamientos contra Milei, o bien a quiénes él dejo en manos la estructura de su equipo para el arribo hacia la Casa Rosada: venta de precandidaturas en la lista libertaria, utilización de fondos de campaña para uso personal como si se trata de una estrella de rock and roll y hasta estafas reiteradas hacia sus seguidores para la organización de “charlas” pagas.
Por otra parte, el ex legislador porteño y empresario, Carlos Maslatón, expuso al líder de La Libertad Avanza por el manejo irregular con fondos en negro. Más aún para lo que fue toda su campaña en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Algunos estiman que se trató de cómo “evadir”, dentro de lo que se llama economía “barrani”.



Ahora bien, la última cachetada a la precandidatura presidencial de Milei se le ha sumado el de ofertar lugares en las listas a cambio de “favores sexuales”. Según estimaron fuentes oficiales a Data24, “Milei no es más que un producto publicitario. No hay internas ni ideas. Solo márketing”.