Hace pocos días, Juan Manzur hizo frente a los legisladores del Frente de Todos, afirmando que en la votación “se sabría de qué lado estaba cada uno” y que luego de la misma, cada uno se “atuviera a las consecuencias”. Acto seguido, la Legislatura aprobó el pliego del candidato de Jaldo, Manzur. Más tarde el secretario de Gobierno de Tucumán, Agustín Fernández, fue despedido, dado que su esposa (la legisladora Norma Reyes Elías), votó a favor de lo solicitado por el vicegobernador Jaldo.
A las pocas horas, Marcelo Caponio presentó su renuncia como subsecretario de la Unidad Belgrano – Norte Grande, que depende del ministerio de Obras Públicas de la Nación, ya su su hermano, Tulio Caponio, respaldó la designación de Cobos. Fuentes dentro de la gobernación aseguran que Caponio fue presionado y amenazado para presentar su renuncia “voluntaria”, como si tal cosa existirá en Tucumán.
Este martes Alberto Fernández envió a Tucumán a la ministra Sabina Frederic y al jefe de bloque del Frente de Todos en la Legislatura porteña, Claudio Ferreño a fotografiarse con el gobernador y de este modo mostrarle su apoyo.
A comienzos de la semana, el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, recibió a Manzur en su despacho, aprovechando el encuentro envió un mensaje directo a Jaldo. “No es momento de anteponer intereses personales, sino de atender los problemas de las gente”.
Por otro lado, sin responsabilidades en el Ministerio de Educación y con mucho tiempo libre, Nicolás Trotta, le pidió la renuncia a José Hugo Saab, asesor ad honorem que es hombre de Jaldo.
¿Cuál fue la jugada real de Jaldo? ¿Busca romper con Manzur o es una jugada para postularse como gobernador en las próximas elecciones? ¿Busca una alianza con Juntos por el Cambio?.
