Fernando Pocino, ex Director de Reunión Interior de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), vinculado en sus orígenes al radicalismo y en particular a Enrique “Coti” Nosiglia, anudó excelentes relaciones con el kirchnerismo, cuando fue designando en el Congreso. El cargo le permitió desarrollar un fuerte vínculo con la senadora Cristina Fernández de Kirchner.
Silvia Cristina Majdalani, de origen menemista devenida en PRO, como legisladora fue denunciada penalmente junto al diputado del PRO Oscar Moscariello por presunta “comisión de delito de usurpación de identidad” y “contra la administración pública”, al haber votado dos veces en una sesión para aprobar una ley considerada controvertida. Pocos recuerdan ese nefasto atropello institucional.
La vida política los ha cruzado a Fernando Pocino y Silvia Majdalani, pero siempre en veredas opuestas, ambos entendían el poder de la alianza entre ellos y sus grupos, porque los gobiernos pasan, pero ellos quedan. Y así fue, hasta que llegó Alberto Fernandez con la intención clara de Servicios a disposición de la Nación y no a intereses particulares.
Y a pesar de la firme decisión política de Alberto Fernandez, las viejas costumbres de la dictadura y burocracias arraigadas a la obsoleta SIDE, son resistentes a la voluntad política de limpiar con todos esos resabios.
Ahora, Fernando Pocino (haciendo gala de su interna con Stiusso y sus relaciones con el cristinismo) puso como Director de Interior de la AFI, al innoto Diego Reitano.
Rebobinemos… Diego Reitano es el nexo entre Stornelli y los socios Majdalani y Pocino. Tal es así, que con el tiempo, Diego Reitano y Stornelli se hiceron amigos. Habitualmente se los suele ver en un conocido bar de Av. Libertador. Además, por si fuera poco, Reitano se encuentra en las llamadas que realizó el fiscal Nisman días antes del desenlace final. Por ende, como testigo o imputado, de alguna manera deberá desfilar por los pasillos de Comodoro Py y lo que olvide, oculte, manifieste, será clave para la estructura de la ex SIDE.
Silvia Majdalani y Stornelli, necesitan un topo dentro de la AFI intervenida, y Fernando Pocino paga su deuda de no haber sido perseguido durante la fugaz presidencia de Mauricio Macri.
Mientras tanto, a la interventora de la AFI, la ex fiscal Cristina Caamaño no le dan las manos para sacar tanta mierda de la cloaca de la AFI.