El hermano de la ministra Elizabeth Gómez Alcorta, del Ministerio de la Mujer, irónicamente fue denunciado por su ex pareja, con quien tiene un hijo en común, por situaciones de violencia psicológica, amenazas y hostigamiento. Pero ser el “hermano de” le trajo beneficios y, en este caso, la Justicia desestimó la denuncia y solo obtuvo una advertencia.
Según la denuncia, los problemas habrían comenzado luego de la fijación de un régimen de comunicación cada 15 días y los jueves a través de videollamada, tras la separación de la pareja.
Sofía Cristiani, la denunciante, relató que la calificó como “egoísta” y “mala madre” y la culpa de no querer que su hijo lo vea. Además la amenazaría con quitarle el poder para poder salir del país con el menor.
“Me amenaza con que tengo que volver, me manda leyes que no sé, y me dice que puede mandarme a la policía. Me manda imágenes de que está sentado en la puerta de mi casa: ‘Acá estoy esperando’. Me vuelve a mandar fotos dos horas después: ‘Más te vale que vuelvas. Hacé lo que te conviene. No. Hacé lo que debés’”, expresó la denunciante.
Asimismo, aseguró que le pidió un examen de ADN de su hijo: “me dijo que me había hecho un tratamiento, como si él dormía y yo le hubiera sacado esperma. Eso lo digo yo. Él me dijo que no quería tener un hijo, como si el flaco no supiera a los cincuenta o cuarenta y cinco años que no te ponés un forro y quedás embarazada”.
“Me dijo que trate de no suicidarme, que mi cuñado le había dicho que yo me había tratado de suicidar y que lo hablé con él y es mentira”, señaló la víctima del hostigamiento.
Por su parte, la jueza en lo civil Mónica Fernandez desestimó la denuncia por violencia familiar, ya que la OVD (Oficina de Violencia Doméstica) la consideró como “riesgo bajo”, y le advirtió a Gómez Alcorta que deberá cesar en todo acto que signifique violencia verbal o psicológica, intromisión injustificada, perturbación o intimidación, respecto de Cristiani. Y a ella que no deberá interrumpir la comunicación con el menor. Pero los abogados de Sofía apelarán esta decisión.
De por sí, ya es de público conocimiento que el ministerio no ayuda realmente a nadie, ya que muchas veces las mujeres denuncian y no reciben la ayuda necesaria, lo que termina desencadenando en hechos aún más trágicos como la muerte. Pero que el propio hermano de quien maneja ese ministerio obtenga alguna suerte de impunidad, es de terror.
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