El interventor de YCRT Aníbal Fernández, llegó a Río Turbio para dar personalmente una mala noticia. Desde la escalera del complejo y ante más de 500 personas que ocuparon el interior y el exterior del recinto, el funcionario K se sacó el buzo anaranjado que identifica a los mineros y encaró a la masa de despedidos, advirtiéndoles que “nada se puede hacer, ante un hecho consumado”, refiriéndose al despido a los 417 trabajadores anunciados hace dos semanas atrás.
Las declaraciones de Aníbal fueron grabadas por los presentes y allí el nuevo funcionario se lavó las manos sobre su responsabilidad en los despidos y cuando le preguntaron si los telegramas de despido salían hoy, dijo “Salen hoy” y afirmó “Ésto no tiene vuelta atrás, porque les han metido a ustedes y yo no les mentí y por eso estoy en Río Turbio” reafirmando “Esto es así, las designaciones de ustedes están revocadas y no se vuelve para atrás”.
Frente a los reclamos de la gente para no ser echada, llanto de mujeres que confirmaban ser sostenes de hogar y otros quienes confesaban ser su único trabajo, Aníbal dijo “Me duele el alma de tomar ésta decisión, pero es todo lo que podemos hacer nosotros. Lo que se hizo, se hizo muy maly yo tengo que hacer lo que dice la ley y no tengo forma de hacer algo distinto”.
Luego, leyendo un detalle de personal que llevaba en su celular y explicando quién había sido evaluado, porque le requerían información al respecto, dijo “De los 417 (despedidos) sólo hay evaluados 104, 76 aptos, 28 no aptos y 313 pendientes de evaluación. De la revisión de los legajos siete de ellos tienen antecedentes penales, 11 prestan servicios dependiendo de la provincia de Santa Cruz, 13 dependen de la municipalidad de Río Turbio y 2 de la de 28 de Noviembre” y a continuación mirando a la gente les preguntó “¿Ustedes sabían que estaban haciendo las cosas mal?”.
Para afirmar la decisión tomada desde el Ministerio Aníbal Fernández dijo “Nosotros derogamos una Resolución que está mal, es ilegal porque no fue ratificada, refrendada ni firmada, estaba ad referendum, quiere decir que la autoridad de aplicación debía convalidar esos nombramientos y no lo hizo”, tras lo cual uno de los presentes pretendió explicarle que esto ya había ocurrido anteriormente en otras intervenciones y que él personalmente había firmado un contrato y Aníbal lo cortó diciéndole “No me lo explique a mí, cuando te llame el juez explicale a dónde te hicieron firmar. No se compren una mentira, la decisión está tomada y no hay forma de volver atrás”, indicó.
Los presentes, visiblemente angustiados, le plantearon si en realidad los trabajadores deberían estar al tanto de lo que hacen o no hacen administrativamente dentro de YCRT, a lo cual Fernández respondió: “Y hay 12 que debían haberlo sabido porque los nombraron el 25 y se pasaron 10 días sin trabajar y nadie dijo nada….”
Luego el interventor, tratando de calmar las aguas, dijo que van a revisar los legajos “porque debemos tomar personal”, señaló y amplió “Al derogarse la resolución, el trabajador queda afuera y nosotros deberíamos exigirles la devolución del dinero que han cobrado, pero yo no voya hacer eso, por supuesto…” y volvió a reafirmar “Lo que hicieron es ilegal, les mintieron. Yo solo hago lo que me indica el armado legal, después ustedes pueden atacar esta decisión jurídicamente y está bien que así sea”, explicó ante los reclamantes.
Luego los presentes le dijeron que la actitud del interventor no era la misma con ellos que con los sindicatos que ante una hipotético ingreso de personal (le reclamaron) seguramente tendrán prioridad, a lo cual Fernández expresó “No, porque les aclaramos a todos ellos que cuando se hagan los ingresos estarán todos arriba de la mesa, se revisarán y se harán concursos para poder ingresar”, lo cual recibió una reprobación generalizada por cuanto nunca se implementó un mecanismo así en la vida del yacimiento.
“Nosotros vamos a garantizar que haya una cuota de ustedes que entren, es decir lo que tengan condiciones. Los que se incorporen van a ser seleccionado por competencias” remarcó el interventor como para aliviar las expectativas de los presentes, pero el efecto fue contrario a los esperado.
Finalmente y después que Aníbal hiciera todo un planteo hipotético sobre la necesidad de futura mano de obra para poner a producir la empresa, la cual, cuando se abra la oportunidad, considerará el ingreso de una parte de los trabajadores echados del yacimiento, alguien del grupo le preguntó “¿Usted cree que nosotros podríamos ayudar a producir a la empresa? , a lo que Aníbal respondió “Si, por supuesto”. E inmediatamente desde su interlocutor partió otra pregunta “¿Y entonces por qué nos echan?“. La respuesta incómoda y lacónica fue: “porque han sido nombrados ilegalmente”.