El presidente Alberto Fernández habló hoy ante la 76ª Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York, y criticó al Fondo Monetario Internacional por el préstamo que le otorgó a la Argentina durante el gobierno de Mauricio Macri. También pidió una reconfiguración de la arquitectura financiera internacional y reafirmó su compromiso con el Acuerdo de París para frenar el cambio climático.
El Presidente señaló que en este contexto de post-pandemia “está latente el riesgo de una debacle generalizada de deudas externas en los países en desarrollo”. En esa línea, aseguró que la Argentina “ha sido sometida a un endeudamiento tóxico e irresponsable” con el FMI. De hecho, calificó la situación como un “deudicidio”.
A modo de ejemplo, detalló que el organismo aprobó un préstamo por USD 57 mil millones, que equivale “a todo lo que el organismo desembolsó en el año de la pandemia a 85 países del mundo”.
“No hay racionalidad técnica, ni lógica ética, ni sensibilidad política que pueda justificar semejante aberración”, denunció Fernández. Y también apuntó contra el gobierno de Mauricio Macri por haber permitido que “gran parte de esos recursos” hayan sido “fugados del país por una apertura irresponsable de la cuenta de capital”.
En ese ámbito, el Presidente manifestó el apoyo de la Argentina al impulso de un acuerdo multilateral inclusivo que tienda al abordaje de las cuestiones referidas a la restructuración de las deudas soberanas, como así también la ampliación y distribución de derechos especiales de giro del Fondo Monetario Internacional, publicó Infobae.
Pero calificó de valiosa, aunque “insuficiente”, la prórroga de la Iniciativa de Suspensión de Servicios de Deuda promovida por el G20, “porque no aborda a fondo la cuestión sobre el alivio y la reestructuración de la insostenibilidad de las deudas”.
Además, con un guiño a Cristina Kirchner, Axel Kicillof y Héctor Timerman, “rescató” los principios de sostenibilidad de la deuda acordados en las Naciones Unidas, en la resolución 69/319 del año 2015, que sentó un precedente para el reconocimiento de los derechos económicos soberanos frente a comportamientos abusivos y extorsivos por parte de los acreedores y los organismos. Durante estos debates también tuvieron un rol protagónico el Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz y Martín Guzmán.
Cabe destacar que las duras críticas al FMI se dan en un contexto de fuertes críticas internas a Alberto Fernández por parte de Cristina Kirchner y La Cámpora a raíz de una presunta falta de firmeza para encarar las negociaciones por la reestructuración de la deuda.
El mensaje del mandatario fue grabado ya que la participación argentina, al igual que la de varios líderes políticos de otros países, fue de manera virtual. Es su segunda participación en su carácter de jefe de Estado en una reunión plenaria del organismo internacional.
Por otro lado, reafirmó el “compromiso pleno” de Argentina con el Acuerdo de París. Es decir, con la transición hacia las energías renovables; la adopción de tecnologías limpias para la reducción de emisiones de metano; la erradicación de la deforestación ilegal, y la restauración de los ecosistemas.
“Todos estos compromisos son un paso más que da nuestro país hacia una trayectoria consistente con la meta de 1.5°C y con la neutralidad de carbono al 2050”, dijo en sintonía con los planteo de los presidente Joe Biden y Emmanuel Macron.
No obstante, el mandatario remarcó: “Nada de lo anterior será posible, si no atendemos a la espada de Damocles de la inequidad global: la reconfiguración de la arquitectura financiera internacional”. Concretamente, lamentó que nunca se haya concretado el compromiso de proporcionar 100.000 millones de dólares a los países en desarrollo para desplegar acciones contra el cambio climático.
“La justicia climática será una quimera sin justicia financiera e impositiva global, que contribuyan a una real justicia social”, resumió.
Finalmente, el Presidente repasó algunas de las medidas que el gobierno argentino impulsó para garantizar la adquisición de derechos de las mujeres, diversidades, personas LGBTIQ+ y otros colectivos, que requieren “un nuevo comienzo en favor de sociedades más justas, inclusivas e igualitarias”.
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