Sin diálogo, con diferencias muy notorias, pero evitando a toda costa un nuevo fuego cruzado. Así está la relación entre Pablo Moyano, triunviro de la Confederación General de los Trabajadores (CGT), y su hermano Facundo Moyano, tras las declaraciones del ex diputado del Frente de Todos (FdT) cuestionando el vínculo entre el Sindicato de Camioneros y La Cámpora.
Facundo, actual referente del sindicato que representa a los trabajadores del peaje, nunca tuvo sintonía con la organización que lidera Máximo Kirchner, ya que cree que es una agrupación que solo busca cargos en el Estado. Incluso, duda de que sus militantes sean peronistas y piensa que, por sus características sectarias, son incapaces de encarnar un proyecto político.

Por eso, en declaraciones radiales, lamentó la relación entre la organización que se referencia en la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner con el sindicato que tiene a su padre como máximo exponente. “Con la historia de lucha que tienen Hugo Moyano y Camioneros, es una lástima que vaya atrás de las ambiciones políticas y electorales de La Cámpora, que los quieran utilizar como fuerza de choque”, sentenció.
El ex legislador, además, es sumamente crítico del rol de la alianza oficial en el terreno económico sobre la base de 2 índices, el de la inflación, en vías de alcanzar el 100 por ciento, y el de pobreza, sobre todo en adolescentes, cerca del 50. Y, ante los suyos, repite que los niveles de representatividad objetiva, en términos numéricos, son “los peores de la historia en sindicalismo”.

Actualmente, el representante de Camioneros muestra varias coincidencias con el hijo de la titular del Senado, con quién conversó en varias oportunidades, y hasta compartió un acto, el último 17 de octubre, por el Día de la Lealtad peronista en Plaza de Mayo. En aquella jornada, el legislador reclamó un aumento salarial de suma fija para todos los trabajadores. Un pedido que tuvo total sintonía con el pensamiento de la figura de la central obrera.
Bajo este contexto, las declaraciones de Facundo llegaron a oídos de Pablo con velocidad. Asimismo, desde los círculos sindicales, el líder de la CGT solo atinó a esbozar una sonrisa y descartó una respuesta. Por parte del gremio, suman que los dichos no tuvieron impacto y que no vale la pena alimentar los idas y vueltas en los tiempos que corren.

De todos modos, los chispazos entre ambos no son nuevos. Con cuestiones familiares de por medio, el nexo supo pasar mejores momentos. Como en noviembre de 2021, cuando el ex dirigente de Independiente desembarcó en el edificio de Azopardo (CABA) y su primera actividad como hombre de la central fue recibir a su hermano y a Claudio Vidal, gremialista petrolero. En el cara a cara, los Moyano coincidieron en que se dejó de priorizar la situación de los trabajadores, por el macrismo y la pandemia, y se comprometieron a revertir el panorama.