Empleados del cementerio municipal de Orán, denunciaron al Intendente Pablo González y al responsable del área, David Bermejo, por la profanación de cadáveres con fines de estafa y negociado.
En un principio todos eran rumores, ya que la gente iba al Concejo Deliberante a reclamar la situación que se estaba dando en el cementerio. Finalmente, el rumor se transformó en una denuncia de 4 empleados que señalaron la profanación de tumbas para la exhumación de cuerpos. “Cuando fue la pandemia, la ciudad de Orán tuvo la tasa más alta de muertes” dijo el concejal Samuel Huerga al medio Agenda Abierta.
Sin una orden del juez, la diputada Carolina Ceaglio (ex secretaria de gabinete), dio la orden para la exhumación de los cuerpos para la gente pueda enterrarlos en parcelas comunes. “Lo que se hizo fue exhumar el cuerpo y ponerlos en nichos particulares; eso ya fue una irregularidad porque no había orden del juez, sin embargo, se llevó adelante”. El concejal explicó que todo fue un negocio, porque se vendían las parcelas, el cajón y la exhumación porque nadie la quería hacer.
En junio del 2021, tras el paso de “lo peor” de la pandemia, la Municipalidad avanzó con la exhumación de cuerpos del sector Covid-19 del cementerio, luego del reclamo de varios familiares para reconocer a sus parientes.
Los empleados observaron como sacaban los cuerpos y no se sabía de quien era, algunos cuerpos estaban en avanzado estado de descomposición, otros fueron arrojados en fosa común sin identificación y muchos estaban en bolsas.
Según lo que relatan los empleados, el jefe separaba varios cuerpos, de acuerdo a su talla y forma, si eran grandes, gordos, altos, flacos, y se los presentaban a los familiares como si fueran los cuerpos que buscaban: “Les decían haciendo un acting ‘este es Juan, yo lo conozco porque jugaba a la pelota con él’, una vez que la persona pagaba las cosas; la orden era sacar el cuerpo y dejarlo el lugar anterior para que cuando venga otra persona volver a usarlo con el mismo acting“.
Ante esta situación, los empleados municipales llevaron a cabo la denuncia ya que “les pesa mucho el hecho de haber hecho eso, porque ven pasar gente que por diversas religiones le rinden culto a sus fallecidos y los empleados saben que en esa fosa está vacía. Le rinden culto a la nada misma”.
Huerga además indicó que se denunciaron cosas más atroces, donde hay cuerpos que lo han desenterrado con palas mecánicas y desgarraban los cuerpos. “A los empleados los aturdió hacer ese trabajo, lógicamente bajo las órdenes y amenazas del encargado del cementerio”, finalizó.
*Fuente: Agenda Abierta