La oposición de Juntos por el Cambio pidió la renuncia del ministro de Salud, Diego Cardozo, como consecuencia del fallecimiento de cinco bebés y las lesiones graves de otros ocho en el hospital Materno Neonatal de Córdoba, que se encuentran siendo investigados por la justicia cordobesa.
Tras la notoriedad del caso y los anuncios de la investigación encabezada por el fiscal Raúl Garzón, el arco opositor integrado por radicales, el PRO, juecistas, Coalición Cívica y liberales convocó a una conferencia de prensa para pedir la salida del titular de la cartera sanitaria.
“Le solicitamos con respeto, consideración y estima pero enérgicamente al Sr. Gobernador de la Provincia de Córdoba, que le pida la renuncia al Ministro de Salud. No podemos tolerar semejante hecho de encubrimiento”, demandó Luis Juez, acompañado por Rodrigo de Loredo, Mario Negri y Ramón Mestre, entre otros referentes de los partidos que conforman la alianza en Córdoba.
Por su parte, De Loredo señaló: “Exigimos el apartamiento del cargo del ministro de Salud; pedimos que la intervención al Neonatal esté a cargo de una dirección que no se corresponda con la actual línea ministerial”. Y agregó: “cuestionamos la actitud obstruccionista y cínica del gobierno provincial de constituirse como querellante en una causa cuya investigación debe ser independiente y autónoma”.
Dos hechos fueron notorios en el acto. Por un lado, la ausencia de los referentes del PRO que responden a Mauricio Macri, como Gustavo Santos y Soher El Sukaría. Por el otro, la presencia del legislador porteño Roberto García Moritán.
El legislador llegó a Córdoba para anticiparse al desembarco del líder de su espacio, el diputado Ricardo López Murphy, que tendrá lugar en los próximos días. Allí se mostró muy cercano a Martín Carranza Torres, líder del Partido Republicano que en Córdoba respalda a Juez.
Sin embargo, el paso por Córdoba terminó en escándalo. Al finalizar la conferencia de prensa en un hotel céntrico, se dirigió hasta el hospital donde un grupo numeroso de mujeres reclamaban por la muerte de los bebés. Allí ingresó al despacho del director Esteban Ruffin, designado la semana pasada luego de conocerse la investigación judicial. Además, tildó de “cobarde” al propio fiscal Garzón.
Este protagonismo no cayó bien a algunos socios cordobeses de Juntos. Así como tampoco hubo conformidad plena con la decisión de Schiaretti de denunciar penalmente a funcionarios de su propio gobierno, ya que en la oposición lo vieron como un intento de despegarse de la responsabilidad que le cabe a su gestión por el caso.
De todos modos, la ausencia del resto del PRO y la del líder del bloque de Juntos en la Legislatura, como Orlando Arduh, fueron otro síntoma de la crisis de unidad a la hora de criticar al gobierno de Schiaretti.
Asimismo, se conoció en las últimas horas que la fiscalía de Garzón descartó como querellante al Gobierno provincial. Decisión que había cobrado especial expectativa tras el pedido del propio Ejecutivo que encabeza Schiaretti.