El director del Hospital 4 de Junio, de Chaco, Carlos Navarrete, se mostró acongojado por la alarmante situación que está atravesando uno de los nosocomios más grandes de la provincia. Puntualmente, denunció que el Ministerio de Salud de la Nación, comandado por Carla Vizzotti, no está destinando insumos ni medicamentos.
Al imposibilitarse la correcta atención a los pacientes, Navarrete notificó a los jefes de servicio de cada área que, debido a la situación actual del hospital con una “reducción significativa de insumos básicos (materiales desechables, medicamentos, etc.), está prohibido el traslado de pacientes internados en sanatorios y clínicas privadas a este nosocomio, ya sea para realizar estudios o continuar la internación“.

También decidieron no utilizar los últimos recursos del hospital para llevar adelante estudios y tratamientos en pacientes que no estén internados en el hospital y cuenten con obra social. Es decir, solo se atienden a quienes consideren casos urgentes.
Ante la desidia gubernamental, el Servicio de Pediatría inició una campaña a través de redes sociales solicitando a la comunidad que haga llegar donaciones de tapones heparinizados y servilletas de papel para el secado de manos del personal.

Los tapones heparinizados se necesitan para el tratamiento de niños internados de bajos recursos, cuyos padres no pueden comprar los tapones. Se hace este pedido debido a que el hospital ha dejado de recibir estos elementos necesarios. Estos dispositivos médicos se utilizan en procesos de terapias intermitentes y mantienen la permeabilidad del catéter, lo que permite el drenaje de líquidos y la administración intravenosa de líquidos o medicamentos en el organismo.
 
								 
								 
															









