El fondo de inversión Titan Consortium demandó a la Argentina en los tribunales de Nueva York por no haber pagado por un fallo del 2019. La acción judicial asciende a US$ 320 millones y se da por la expropiación de Aerolíneas Argentinas, dispuesta por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en el año 2008.
En 2019, el CIADI había rechazado el pedido de anular la sentencia y obligó a la Argentina a pagar USD 320,7 millones como indemnización. “La solicitud de anulación de Argentina fue rechazada. La Argentina sufragará la totalidad de los costos del procedimiento y les pagará a las demandantes la suma de USD 1 millón en concepto de costos de representación; y todas las demás pretensiones son desestimadas”, señaló la sentencia del tribunal del Banco Mundial.


El abogado Sebastián Maril, director de Latam Advisors, explicó que ahora el gobierno tiene 60 días para responder la demanda, aunque la respuesta podría ser exigida en un plazo más corto por el juez.
Asimismo, agregó que existe la posibilidad de que la Argentina sufra embargos contra sus activos, como ocurrió en los peores momentos de las negociaciones por el default de la deuda pública con los “fondos buitre”.
“No veo a este gobierno pagando nada que el anterior gobierno no haya pagado, mucho menos antes de las elecciones. Por eso no hay que descartar que en algún momento haya algún tipo de acción legal que ordene un embargo contra la Argentina”, declaró Maril.
Maril señaló que los embargos por esta acción de USD 320 millones es apenas una pequeña muestra del riesgo total, ya que a partir de este año y antes del 2024 el país tiene compromisos internacionales por fallos que es probable que pierda por un monto superior a los US$ 9000 millones. “No es una estimación propia, son números que el gobierno nacional informó a la Security Exchange Commission (SEC)”, señaló Maril.
Asimismo, aclaró que se llega a ese monto por sentencias en contra en el CIADI y en la justicia ordinaria que no fueron pagadas, originadas en el mencionado caso de Aerolíneas Argentinas, la expropiación de YPF en 2012, el pago de los bonos con “cupón PBI” atado a las manipulaciones del Indec, entre otras causas.



Al ser un caso que ya obtuvo una sentencia previa en el tribunal internacional al que ambos países adhieren, en la justicia estadounidense el trámite no comienza desde cero, por lo que las posibilidades de embargo no estarían tan lejos.
Maril mencionó que la jueza neoyorquina Loretta Preska, que maneja diversos expedientes donde la Argentina fue condenada, autorizó una acción de discovery iniciada por dos fondos de inversión para detectar posibles bienes a embargar.
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