Sergio Ramón Ríos, un adolescente de 17 años, falleció luego de que se negaran a atenderlo en la guardia del hospital de Itatí, Corrientes. “Me respondieron que la doctora estaba durmiendo”, contó Marta Ríos, su mamá.
Varias veces, en los últimos meses, visito el hospital, y en las anteriores ocasiones también la atención fue deficiente o nula. Hoy está muerto. Su familia no tenía ni para el cajón y la Municipalidad le envío uno rajado.
“¿Cómo es posible que una médica duerma en su guardia y cuando se la necesita te manda a tu casa? ¿Quién responde por la muerte de mi hijo, que pudo ser evitada? Ni siquiera me dieron un certificado de defunción con la causa real de la muerte, porque nadie lo revisó”, cuestionó Marta.
El adolescente, que sufría una discapacidad por daño neurológico desde los 6 meses de edad a causa de un cuadro de meningitis, se descompensó en su casa y su madre llamó al hospital para pedir una ambulancia: “Nunca atendieron mis llamados, así que lo envolví en una frazada, lo cargué y fui caminando hasta allá”.
“Llegué al hospital con mi niño con convulsiones. Yo vivo lejos del lugar[…] Cuando llegué nadie me atendía la puerta. Después de insistir, con la ayuda de mi hija de 12 años, nos abrieron y lo pusieron en una camilla”, relató Marta a El Litoral.
“Volví a mi casa y mi hijito lloraba, pero nunca supe qué era. Él no hablaba, sólo decía ‘mamá’ y golpeaba las manos para comunicarse”, recordó. Finalmente, el joven falleció en sus brazos a las 6 de la mañana.
Luego de la denuncia de su madre la causa quedó en manos de Sonia Meza, fiscal de Instrucción Nº 4. Fue caratulada como “supuesto homicidio culposo” e iniciaron la investigación correspondiente para determinar si hubo mala praxis.
“Yo personalmente hablé con esa madre. Instruí que le reciban declaración de imputada a la médica”, confirmó Meza. Además, sostuvo que están en plena investigación y que la profesional de salud declarará de forma oficial esta semana en la Comisaría de Itatí.
Según la versión de Raúl Marín, director del hospital, Sergio era “paciente del hospital regularmente entonces se sabía lo que se tenía que hacer. Estaba saturando bajo oxígeno pero la temperatura y la presión estaban normal. Eso es lo que informa la enfermera a la doctora y por eso la médica da la orden de colocar el oxígeno”.
Según contó, al regresar la ambulancia junto a una nueva enfermera, la médica ordena la aplicación de Dexametasona/Dipirona. “Se logró normalizar su saturación y es la madre quien decide llevarlo a su casa”, sostuvo Marín. “Voluntariamente la enfermera sugirió llevarla a su casa. El niño se había recuperado y llegó bien a su casa. Lamentablemente horas después falleció”, relató.
Respecto a la llamada a la ambulancia que habría realizado Marta, el médico aclaró que el número telefónico no funciona desde hace varias semanas. “El 107, que es el número de emergencias, no funciona desde hace mucho tiempo. Ya realicé los reclamos correspondientes y todavía no se arregló. Es un grave problema que tenemos”, sostuvo.
“Necesito que me ayuden porque no quiero un Sergio más. Sergio era mi bebé y no quiero que haya uno más. Perdí a mi hijo en mis brazos y es lo más feo que me pasó en la vida”, finalizó Marta.