El viernes pasado, Fabiola Yáñez cumplió 42 años. Los festejos quedaron relegados para el ámbito privado y ni siquiera hubo salutaciones de su pareja, el presidente Alberto Fernández, vía redes sociales. Es que un hecho como el que cualquier otro dirigente podría utilizar para mostrar una pequeñísima parte de su vida privada con el objetivo de empatizar con sus seguidores, en el caso del mandatario el efecto podría ser el contrario.
Justamente porque 3 años antes, el cumpleaños 39 de la primera dama marcó a fuego la gestión presidencial. Las fotos y videos del festejo en plena vigencia de las medidas restrictivas por la Pandemia se filtraron cerca de un año después y aún hoy el jefe de Estado está imputado.
La imputación nació en Comodoro Py de la mano del fiscal Ramiro González y el juez federal Sebastián Casanello, pero al poco tiempo pasó a la Justicia Federal de San Isidro, con la intervención de Federico Domínguez y el magistrado Lino Mirabelli. Ahí comenzaron a recopilarse pruebas, declaraciones y pedidos de informes, que terminaron con un acuerdo de reparación integral firmado entre la defensa del Presidente y la primera dama, encabezada por el abogado Juan Pablo Fioribello.
Tiempo después homologó el magistrado y se ejecutó la donación de 3 millones de pesos para reparar el daño del Presidente y la primera dama en el marco de la causa por infringir el artículo 205 del Código Penal. Dichos fondos fueron depositados en una cuenta del Instituto Malbrán, tal como se había acordado. Pero el sobreseimiento definitivo nunca llegó.
Así las cosas, el Presidente sigue imputado a la espera de que la Corte Suprema de Justicia revise si hace o no lugar a una pretensión de convertirse en querellante de los padres de Solange Musse, que durante 2020 no pudieron despedir a su hija fallecida de cáncer a causa de las restricciones sanitarias.
Fioribello, defensor del Presidente, sospecha de que la traba procesal podría haber sido resulta por el juez Mirabelli antes de que el pedido llegue a la Corte. En declaraciones a la prensa, dijo que hay “una mano negra” que busca dilatar la resolución de la causa y que el jefe de Estado “está plenamente confiado en que va a salir” el sobreseimiento.