18 septiembre, 2025

Una política exterior para los argentinos

Argentina necesita construir vínculos globales que respondan a sus propios intereses. Las lealtades o gustos personales van en detrimento de los argentinos.
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10 Years Experiences

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*Por: Eugenio Casielles |

A la política exterior se la solía llamar “alta política”, por estar por encima de las coyunturas y, principalmente, de los gustos y preferencias de los gobernantes de turno. Eso que le decimos y eso que le mostramos al mundo, no puede quedar al arbitrio de emociones o sesgos de cualquier líder que esté necesariamente de paso, sino servir a los intereses de mediano y largo plazo de nuestro país.

El alineamiento automático con países o bloques específicos es una estrategia que ya no funciona. De hecho, en la práctica, no ha funcionado nunca.

Aunque el Presidente ha expresado su preferencia por Estados Unidos e Israel y ha tomado distancia de los BRICS, Argentina no puede ignorar que China es nuestro segundo mayor socio comercial y que Brasil es fundamental para el comercio y la integración regional. Mantener estas relaciones no es una cuestión de ideología, sino de sentido práctico.

El G20 es el escenario ideal para actuar con flexibilidad y pragmatismo. Este foro, donde Argentina tiene un asiento propio, reúne a economías desarrolladas y emergentes y crea oportunidades para trabajar en soluciones comunes en temas como comercio, energía y desarrollo sostenible. Participar activamente en el G20 es una forma de conectar con todos los actores relevantes sin depender exclusivamente de uno.

La reciente tendencia de votar en soledad en foros internacionales, especialmente en temas de derechos de las mujeres o cambio climático, no ayuda. El mundo avanza hacia una transición energética y una mayor igualdad, y alejarse de esos debates deja a Argentina aislada. Por eso, no se trata de aceptar todo sin cuestionar, sino de encontrar puntos de acuerdo que beneficien al país sin cerrar puertas.

La diplomacia internacional debe incluir temas emergentes como la ciberdiplomacia, esencial en un mundo cada vez más digitalizado en el que las relaciones exteriores han dejado de ser únicamente comerciales o políticas para abarcar acuerdos sobre ciberseguridad, gobernanza de internet y tecnología. Estos asuntos afectan tanto la economía como la seguridad nacional y Argentina necesita colaborar con otros países a nivel regional y global para enfrentar desafíos como los ciberataques y la regulación de datos. Con una estrategia pragmática y moderna podremos asumir un liderazgo regional y convertirnos en un actor relevante en el escenario global, siguiendo el ejemplo de Estonia, una nación pequeña que ha sabido posicionarse estratégicamente en el ámbito digital.

Una política digital bien diseñada también puede ser una herramienta para diversificar nuestras relaciones internacionales. Vincularse con economías avanzadas en tecnología no significa abandonar a los socios tradicionales; al contrario, fortalece la posición de Argentina como un país adaptado a los desafíos del siglo XXI.

El camino no es elegir bandos, sino construir relaciones útiles. Dialogar con Estados Unidos no implica romper con China; colaborar con Israel no significa distanciarse de los BRICS. La prioridad debe ser siempre Argentina, y los argentinos, aprovechando cada foro, cada reunión y cada oportunidad para avanzar en nuestros propios intereses. Con todos, pero con uno mismo. Esa es la mejor forma de crecer sin perder de vista lo que realmente importa.

*Diputado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires

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Los miembros del Instituto Ludwig von Mises de Alemania renuncian y se niegan a darle un premio a Milei

Son épocas difíciles para el presidente Javier Gerardo Milei. La mayoría de los miembros del Consejo Asesor Científico del Instituto Ludwig von Mises de Alemania (MIG) anunció en el sitio web de la organización su renuncia, por no reconocer al mandatario argentino como alguien a quien tomar en cuenta seriamente en lo que a la teoría de la escuela austríaca de economía se refiere.

Dicen los mencionados en su texto: “A principios de julio, la Junta Directiva del Instituto Ludwig von Mises de Alemania (MIG) anunció la creación de un «Premio Conmemorativo en honor a Ludwig von Mises» en octubre de este año, que se otorgaría al presidente argentino Javier Milei. Ni la creación del premio (que, por cierto, es el único premio otorgado por el MIG) ni la selección del galardonado se discutieron previamente con el Consejo Asesor Científico del Instituto. Esto no solo es de mal gusto, sino que da al público la impresión de que estas decisiones cuentan con el respaldo de la Junta. Esto no es así”.

Y la carta, firmada por Rolf W. Puster, Jörg Guido Hülsmann y Hans-Hermann Hoppe, continúa: “Javier Milei ha demostrado que es posible obtener mayorías electorales para políticas libertarias radicales en países económicamente avanzados. Sin duda, este es un logro significativo. Tras su elección, se dedicó de inmediato a desmantelar el Estado y, en muchos aspectos, ha aplicado esta política con mayor determinación, mayor alcance y mayor éxito que cualquiera de sus predecesores argentinos”.

Sin embargo, los tres asesores (quedaron solo dos activos desde mediados de julio) consideran “injustificada la concesión de este premio”.

El resumen del por qué es lapidario en lo que a la figura del presidente paleolibertario argentino se refiere. “En nuestra opinión, un «Premio Conmemorativo en honor a Ludwig von Mises» podría otorgarse a científicos o políticos que hayan prestado servicios destacados al desarrollo, la difusión o la aplicación de las ideas de Mises. Es evidente que Javier Milei no es un científico, sino un político. Es cierto que ha dado a conocer los nombres de Ludwig von Mises, Murray Rothbard y otros pensadores de la Escuela Austriaca a un público más amplio. Pero su conocimiento de sus ideas y teorías es superficial y deficiente, por lo que su elogio es de doble filo. En cualquier caso, solo podemos aconsejar al público que no considere las declaraciones de Milei sobre filosofía económica como una autoridad.”

Los expertos en las teorías del economista estadounidense Murray Rothbard, que tanto alaba el presidente, piden que se juzgue a Milei por sus actividades políticas, y no teóricas. Pero tampoco en ese campo le asignan méritos: “Para empezar, Milei se encuentra al inicio de su carrera política. El éxito futuro de sus políticas hasta la fecha es muy cuestionable, y aún podría tomar muchos desvíos durante su mandato (…) Los éxitos que sus políticas hayan podido alcanzar hasta ahora se han logrado en gran medida mediante los medios habituales de financiación inflacionaria del gobierno, es decir, inflando la oferta monetaria y la deuda pública. Queda por ver si esta estrategia tendrá éxito con Milei, dado que ha fracasado repetidamente, y con razón, en Argentina y otros países en el pasado”.

Definitivamente, los tres consejeros renunciantes consideran que Milei no representan las ideas libertarias: “Todos los logros de su trayectoria política hasta la fecha se ven ya contrarrestados por importantes deficiencias: la centralización política del país, la expansión del estado policial, el fracaso en implementar la anunciada abolición del banco central (uno de los puntos más populares de su programa electoral), los regateos con las élites políticas tradicionales del país, que también dominan su gabinete, y una política exterior que no está orientada a la paz internacional y, por lo tanto, no es una política libertaria”.

Y asestan el peor de los latigazos finales: “Hoy en día, Javier Milei no solo defiende políticas económicas radicales financiadas por la inflación con un resultado incierto. También defiende una solidaridad acrítica y abiertamente entusiasta con los gobiernos actuales de Estados Unidos e Israel. En nuestra opinión, otorgar a Javier Milei un «Premio Conmemorativo en Honor a Ludwig von Mises» podría causar un daño duradero e irreparable al Instituto Ludwig von Mises de Alemania, así como a la Escuela Austriaca en su conjunto. No podemos ni asumiremos la responsabilidad por esto. Por lo tanto, declaramos nuestra renuncia al Consejo Asesor Científico del Instituto Ludwig von Mises de Alemania”.

Los días de aplausos y premios desconocidos empiezan a alejarse de Javier Gerardo Milei, mientras dentro del país enfrenta fracasos a nivel legislativo y acusaciones de corrupción dentro de su entorno más íntimo.


*Fuente: Agencias Internacionales

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