El derecho al aborto se veía reflejado en la constitución estadounidense desde el año 1973 luego de la sentencia ”Roe versus Wade”. Hoy, casi 50 años mas tarde, el Tribunal Supremo decidió anularlo.
Samuel Alito, juez asociado de la Corte Suprema Estadounidense, dijo lo siguiente respecto al caso: “Roe fue atrozmente erróneo desde el principio. Su razonamiento fue excepcionalmente débil, y la decisión ha tenido consecuencias perjudiciales. Y lejos de lograr un acuerdo nacional sobre la cuestión del aborto, Roe y Casey han inflamado el debate y profundizado la división”.
Las manifestaciones por parte de sectores afines al gobierno demócrata de Joe Biden no tardaron en llegar. Grupos de activistas por los derechos reproductivos de la mujer se acercaron a la Corte Suprema, aproximadamente mil personas estuvieron presentes con pancartas. Así sucedió también en el resto del territorio norteamericano, desde Nashville hasta Nueva York.
La mayor clínica abortista del mundo, Planned Parenthood, no se quedó atrás luego de esta resolución y presentó una demanda a la corte. Su negocio se ve gravemente afectado por dicha prohibición, ya que se vieron obligados a dejar de practicar abortos momentáneamente.
Distintas agrupaciones y sectores políticos se ven preocupados porque este sea el primer paso de muchos para “abolir una serie de derechos que tomaron un largo tiempo conquistar”. Así como el matrimonio homosexual, los derechos para las personas transexuales, o incluso se ha manifestado el miedo por parte de algunas mujeres de ser rastreadas por practicar abortos de ahora en adelante. Sin embargo, lo que no se toma en cuenta, es que el aborto no se ha ilegalizado por completo. Actualmente cada Estado puede abrir la discusión para decidir respecto a como se regulará el aborto dentro de sus fronteras. Más de la mitad de los Estados ha optado por presentar proyectos para prohibir definitivamente el derecho al aborto.