A lo largo del tiempo, y muy especialmente a partir de su vinculación con la dictadura de Guinea Ecuatorial, la isla de Annobón ha sido escenario de abusos sistemáticos de todo tipo. Sin dudas, esta historia encontró un punto de inflexión hace poco más de diez días, cuando una carta firmada por dieciséis annoboneses condenó los abusos del régimen mediante el uso de explosivos a solo algunos metros de la zona habitada de la capital. La iniciativa llevó al gobierno guineoecuatoriano a perpetrar numerosas detenciones arbitrarias y violentas.
El régimen respondió militarizando fuertemente la isla y agrediendo a la comunidad. Para evitar la difusión de información, Obiang ordenó el aislamiento completo de Annobón, cortando todo tipo de comunicación externas, incluyendo las líneas telefónicas e internet.
Desde el 18 de julio, casi cuarenta personas han sido objeto de desaparición forzada y torturas sin que se conozca su paradero ni se les permita acceso a asistencia legal. Familias desesperadas y organizaciones de derechos humanos, como Human Rights Foundation, manifestaron su preocupación por la vida e integridad física de las personas detenidas.
En ese marco, el Primer Ministro Cartagena Lagar exigió al Comité contra la Tortura que actúe con absoluta celeridad. La denuncia solicita:
- Información inmediata: Que el régimen de Guinea Ecuatorial informe sobre el paradero de las víctimas.
- Liberación urgente: Que se ordene la liberación de las víctimas detenidas arbitrariamente.
- Protección y seguridad: Garantizar la integridad física y psicológica de las víctimas.
- Investigación exhaustiva: Llevar adelante una investigación imparcial sobre las desapariciones y torturas, llevando a los responsables ante la Justicia Internacional.
- Prevención futura: Proponer medidas para evitar que estos hechos se repitan.
UN CASO URGENTE
El representante annobonés confía en que el Comité contra la Tortura actuará con urgencia para proteger los derechos fundamentales de las víctimas y asegurar que se haga justicia. La situación del pueblo annobonés, tanto dentro de la isla como fuera, es crítica, y la comunidad internacional debe responder ante estos atroces abusos.
El régimen de Obiang ha estado en el poder durante más de cuatro décadas, con un historial marcado por la represión y la violación sistemática de los derechos humanos. Las denuncias recientes solo subrayan la gravedad de la situación en una isla que ha sido aislada y silenciada por el régimen, con escalofriante impunidad.
*Con información de REALPOLITIK
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