Esta insólita situación tuvo lugar en España. La mujer que denunció a su pareja perdió su derecho a la restricción perimetral porque su agresor cambió de género y también de nombre en el Registro Civil.
En un principio la relación era heterosexual, hasta que él decidió transicionar, tras este inesperado cambio, la mujer le comunicó sus deseos de separarse. No obstante, el hombre que ahora se autopercibe mujer no toleró su rechazo y “homofobia” y la golpeo brutalmente.



Según trascendió desde portales de noticias de Cataluña, España, luego de estas agresiones la victima fue a denunciarlo y presentó una perimetral, pero ambas quedaron invalidadas por el cambio de percepción del victimario y tras haberse cambiado el nombre en el Registro Civil. La mujer actualmente sigue conviviendo con su agresor y comentó no saber qué hacer ante esta situación.
Por su parte la Justicia obvió las denuncias y la causa se rebajó a la caratula de “violencia domestica”, una entidad menos contundente que la de “violencia machista”. Esta respuesta por parte de la Justicia de Cataluña no permite que ella pueda pedir una orden de restricción perimetral, ya que para el Poder Judicial es un conflicto menor como el que podría darse entre amigos o hermanos.