Muchos supervivientes del sismo más mortífero que ha golpeado a Afganistán en las últimas dos décadas, sufren la falta de vivienda, comida y agua. A las aldeas devastadas, la ayuda llega tarde o directamente no llega como consecuencia de las lluvias y los desplazamientos de tierra.
El sismo de magnitud 5,9 tuvo lugar el día miércoles al este de Afganistán, cerca de la frontera con Pakistán, dejando más de mil muertos, 3.000 heridos y miles de damnificados. Las autoridades estiman que cerca de 10.000 casas fueron destruidas, una cifra preocupante teniendo en cuenta que por cada casa, viven en promedio 20 personas. Las comunicaciones también fueron afectadas, ya que el sismo tiró torres de telecomunicaciones y el tendido eléctrico.
La situación es tan crítica, que en algunos de los distritos, hay aldeas que quedaron arrasadas y los supervivientes ni siquiera encuentran palas para poder enterrar a los muertos.
“No hay mantas, no hay carpas, no hay refugios. Todo nuestro sistema de distribución de agua está destruido. Todo está devastado, las casas están destruidas. Literalmente no hay nada para comer”, contó un joven sobreviviente al equipo de la AFP Zaitullah Ghurziwal.
Los temblores se vienen produciendo desde el miércoles, ocasionando que cinco personas murieran este viernes por la mañana.
En el distrito de Gayan, provincia de Paktika, La situación es complicada por la remota ubicación en el mapa y sumado a las tormentas, han perjudicado los trabajos de rescate. De hecho, hasta el momento solamente llegaron siete camiones del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, cargados con tiendas y comida.
Recién hoy, llegaron dos camiones cargados de medicamentos y tiendas por parte de la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF).
Desde la agencia de la ONU para los refugiados, ACNUR, ha despachado tiendas, cobijas y sábanas de plástico y el PMA ha entregado cerca de 14.000 raciones y la Organización Mundial de la Salud envió diez toneladas de suministros médicos, suficientes para realizar 5.400 cirugías.
Otros países como Pakistán, Irán y Qatar también enviaron ayuda. Por su parte, Estados Unidos, señaló que está trabajando con organismos humanitarios para enviar equipos médicos.