“¿Querés matar al presidente? Yo te banco” | La repudiable frase de la hermana de Lali Espósito
Desde el aire de LUZU TV, la conductora de streaming y hermana de Lali Espósito lanzó un comentario sobre “matar al presidente”. Sus palabras se viralizaron y fue lapidada en las redes.
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Ana Espósito, hermana de la reconocida cantante Lali Espósito, protagonizó un momento que generó una oleada de críticas en redes sociales tras pronunciar la frase: “¿Querés matar al presidente? Andá negra, andá yendo, yo te banco”. El comentario surgió durante el programa de streaming “Patria y Familia”, transmitido por LUZU TV, el canal liderado por Nicolás Occhiato. La consigna de la emisión, titulada “El abogado del diablo”, invitó a los oyentes a enviar audios exponiendo situaciones “indefendibles” para que el equipo las justificara de forma humorística.
En medio de la dinámica, Juli Castro, panelista del ciclo integrado por Fede Popgold, Anita Espósito, Lucas Spadafora y Cami Mayan (la exnovia del campeón del Mundo, Alexis Mac Allister), aseguró: “Esta soy yo con mis amigas, yo te voy a defender lo indefendible. Vos podés matar al presidente que yo te voy a defender”. Sin prever la repercusión que tendría, Anita Espósito reforzó la idea: “¿Querés matar al presidente? Andá negra, andá yendo, yo te banco”. Acto seguido, agregó: “¡Andá! Acá te espero… ¿Querés una bolsa negra?”. Ante el asombro general, Fede Popgold intentó desviar el foco y comentó: “Al presidente del club de fans de otra cosa…”, aunque el fragmento ya se había viralizado.
Las palabras de Anita Espósito finalmente recorrieron múltiples plataformas, donde usuarios manifestaron su malestar. El debate surgió en el marco del tono humorístico del programa “Patria y Familia”, que buscó defender lo “indefendible” pero terminó generando una controversia mayor por la mención explícita a “matar al presidente”.
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En un contexto marcado por la pobreza y la informalidad laboral, el sindicalista Marcelo Peretta, titular del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos (SAFYB), presentó su obra “El derecho a elegir tu sindicato. Llega el sindicalismo que conquista, compite y concilia”. La primera publicación pone en discusión el rol del sindicalismo y la política laboral, buscando la actualización y la apertura de convenios colectivos ante las nuevas realidades del mercado de trabajo.
La presentación, encabezada por el politólogo Facundo Nejamkis y el periodista especializado en gremialismo Alejandro Di Biasi, abordó un análisis exhaustivo del libro, destacando tres características principales: “Propone una reflexión incómoda que al mismo tiempo incomoda y se erige como una hoja de ruta que plantea la necesidad de que los sindicatos compitan entre ellos para ofrecer más servicios al afiliado y los dirigentes se capaciten acorde a las nuevas realidades laborales.” “Reconoce el avance tecnológico y la necesidad de incorporarlo a la actividad diaria”. Y “explica detalladamente el papel a cumplir por la Cartera del Estado que debe generar las condiciones para mejorar el trabajo y hacer crecer la oferta laboral, sin dejarse cooptar por las corporaciones”.
El diputado Miguel Pichetto prologó el libro y celebró el gran aporte que significa para debatir la temática laboral. “Es un libro que aborda el verdadero debate sobre el trabajo argentino. Es interesante como la obra compara lo que sucedía en Argentina en 1974, donde había un 97% de ocupación, o sea pleno empleo, y estábamos mejor que países europeos como España e Italia, con lo que ocurre en la actualidad marcada por la pobreza y la informalidad. Creo que este libro propone la necesidad de comprender que las leyes laborales no están escritas en piedra y que deben actualizarse. Hoy hay nuevas formas para las relaciones laborales en un mundo mucho más líquido, con relaciones más flexibles. El modelo de la UOCRA es interesante, aunque insuficiente”, manifestó.
A lo largo de su obra, Peretta hace hincapié en los perjuicios del modelo de sindicato único que, a su juicio, “prioriza a un solo gremio por rama o actividad (unicato) sin darle opción a las demás organizaciones”. El autor sostiene: “Hay que conquistar la afiliación del trabajador. Hay que abrir estos convenios colectivos de trabajo firmados en la década del setenta que no reflejan lo que sucede hoy. Si no se abre el convenio e incorporan las formas actuales de trabajo los sindicatos seguirán perdiendo afiliados”.
Peretta también denunció que “los sindicalistas gordos mantienen a sueldo a los funcionarios de la cartera laboral para que cajoneen los expedientes de inscripción y personería gremial para evitar todo competencia”, y añadió: “Hoy hay más organizaciones sociales y cooperativas (20 mil) para administrar la pobreza que sindicatos (3 mil) para administrar las relaciones laborales reales. Hay 8 millones de trabajadores informales. Por cada trabajo en blanco hay uno y medio en negro, por lo que es obvio que hace falta una reforma. Con este modelo que propongo en el libro, basado en conquistar a los afiliados, en competir con los otros sindicatos y en conciliar con los empleadores (en vez de bloquearlos o patotearlos), podemos recuperar 2 millones de trabajadores por año”.
En la misma línea, el autor resaltó la urgencia de recuperar el prestigio sindical y avanzar hacia un “neo sindicalismo” de la mano de la tecnología. Al respecto, enfatizó: “Hay que frenar la connivencia entre los ‘gordos’, los ‘empresaurios’ y los malos funcionarios de trabajo, asociados ilícitamente para incumplir ley de asociaciones sindicales. Ese incumplimiento de los deberes de funcionario es la principal causa de pobreza y desempleo”.
En su cierre, Peretta afirmó: “El sindicalismo que antes era revolucionario hoy es conservador. Aunque hay cada vez más desempleo, el ‘modelo’ no se toca. Ninguno de los 12 presidentes de los últimos 50 años acertó el diagnóstico del problema ni aplicó el remedio laboral correcto, ese libro ofrece ideas y herramientas concretas para el cambio”.
La publicación, de 323 páginas distribuidas en diez capítulos, aborda temas que van desde el pleno empleo y el surgimiento de los denominados “gordos” sindicales hasta la necesidad de implementar una política laboral acorde a las nuevas formas de trabajo. Cada capítulo arranca con una cita histórica que enmarca el tópico abordado y contribuye a dar contexto a las discusiones planteadas. Con “El derecho a elegir tu sindicato”, Peretta invita a un debate que, según sus impulsores, es impostergable para el futuro del trabajo en Argentina.
La edición de los Premios Oscar de 2025 sorprendió a muchos por su tono levemente apolítico, contrario a las ediciones anteriores, donde la temática “progre” dominaba la noche. A pesar de que Hollywood sigue siendo un espacio conocido por su activismo político, se buscó poner paños fríos a la atmósfera en cuanto a los discursos políticos que, en ocasiones previas, fueron utilizados como plataforma para manifestaciones contra figuras como Donald Trump, la administración estadounidense y diversos conflictos internacionales.
Pudo notarse con claridad el control y moderación de los discursos durante la ceremonia. En un intento por evitar la polarización, los discursos fueron elaborados meticulosamente, se minimizaron las referencias a la política y sociedad. Cabe destacar que en ediciones anteriores, figuras como Meryl Streep y Leonardo DiCaprio habían aprovechado su protagonismo para criticar tanto a la política estadounidense como a la global.
Este año, aunque continúan las tensiones internacionales, especialmente la invasión rusa de Ucrania y los derechos humanos, la mayoría de los premios fueron entregados en un ambiente de celebración artística más que de confrontación ideológica.
De acuerdo con los analistas, esta gala menos politizada también se da en un contexto donde las críticas al llamado “woke” (una conciencia social exacerbada, según sus detractores) son cada vez más frecuentes en Hollywood. En los últimos años, la industria del cine funcionó como una caja de resonancia para los movimientos sociales, lo que generaba tensiones tanto dentro de la comunidad artística como con el público conservador. Los Oscar de 2025 se distancian de esta tendencia, buscando un enfoque menos confrontativo.
En vez de ser el centro de un debate político, la ceremonia se dedicó en su mayoría a la celebración del cine, la innovación en la industria y el talento emergente, sin que los discursos sobre temas como el racismo o la igualdad de género sean en el eje de la conversación. Si bien no faltaron algunos momentos de reivindicación social, se presentaron de manera más sutil, sin el tono de denuncia frontal que había caracterizado ediciones previas.
Uno de los puntos clave que marcaron los organizadores de los Oscar de 2025 fue el control sobre los discursos políticos, qué era aceptable y qué no en la ceremonia. En este sentido, se habló de los “discursos no autorizados”, aquellos que no estaban alineados con el guion oficial de la noche. Esto generó una polémica entre algunos activistas, que consideraron que la decisión limitaba la libertad de expresión dentro de un evento de escala global. Sin embargo, para quienes llevaron adelante la gala, el objetivo era lograr una noche en la que el cine y los logros artísticos brillaran por sobre los temas políticos.
La Legislatura aprobó la reforma constitucional que elimina la inmunidad de arresto para funcionarios y sindicalistas. Será sometida a plebiscito el 26 de octubre.
Sí, durante más de 30 años a los jubilados les han robado. No empezó hoy el problema.
¿Cuál sí es el problema hoy? Que los que supuestamente venían a cambiar las cosas son los mismos que ocuparon cargos esos 30 años y están haciendo lo mismo.