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Activistas climáticos profanaron la tumba de Darwin en Londres
En un nuevo acto de agresión al patrimonio cultural, integrantes de la organización Just Stop Oil llevaron a cabo un acto disruptivo que consistió en pintar con aerosol la lápida de Charles Darwin, ubicada en la Abadía de Westminster en Londres. Los activistas pintaron con aerosol naranja la inscripción “1,5 está muerto” sobre la lápida del destacado científico británico, en alusión al límite crítico de 1,5 grados Celsius de calentamiento global, superado por primera vez en 2024. Este mensaje pretendió subrayar el fracaso de las políticas climáticas para mantener las temperaturas dentro de un rango seguro para el planeta.
El ataque ocurrió este lunes y fue perpetrado por dos mujeres identificadas como Alyson Lee, de 66 años, y Di Bligh, de 77, quienes fueron arrestadas por causar daños criminales. Ambas mujeres, vinculadas al movimiento ambientalista, expresaron que su acción buscaba alertar sobre la inacción gubernamental frente al cambio climático. Lee declaró a los medios: “Estamos intentando que el gobierno actúe frente al cambio climático, pero no están haciendo lo suficiente”.
El ataque generó una fuerte indignación entre la opinión pública debido a la naturaleza vandálica de la acción y al hecho de que se perpetrara en un sitio histórico de alta relevancia cultural y científica. La Abadía de Westminster, conocida por su importancia histórica, alberga las tumbas de figuras prominentes como Isaac Newton, Stephen Hawking y el propio Charles Darwin, además de ser sede de coronaciones y bodas reales. Los activistas interrumpieron la tranquilidad del lugar y dejaron aerosoles junto a la tumba tras escribir el mensaje. La frase aludía al umbral climático de 1,5 grados Celsius, considerado un límite crucial para evitar efectos catastróficos del cambio climático. Según los activistas, Darwin “se revolvería en su tumba” al observar la situación actual.
Sin embargo, la acción despertó una fuerte condena debido a su naturaleza vandálica y la elección de un sitio histórico como escenario de “protesta”. Los guardias de la Abadía, presentes en el momento del incidente, no lograron evitar el ataque, que fue registrado por visitantes y compartido ampliamente en redes sociales.
Este episodio no es un caso aislado. Just Stop Oil, fundada en 2022, es conocida por sus manifestaciones disruptivas que buscan presionar al gobierno del Reino Unido para que detenga la exploración de petróleo y gas. El grupo ha protagonizado otros actos similares, como el daño a obras de arte icónicas en museos de Europa, incluyendo “Los girasoles” de Vincent van Gogh en la National Gallery de Londres y “La maja vestida” de Francisco de Goya en el Museo del Prado en España.
En 2024, dos miembros del grupo también vandalizaron las piedras de Stonehenge con pintura en polvo naranja. En todos los casos, los responsables fueron arrestados bajo cargos de alteración del orden público y vandalismo.
La Policía Metropolitana de Londres confirmó que las detenidas fueron trasladadas a una comisaría central, donde permanecen bajo custodia. Un portavoz de la Abadía declaró que los daños no serán permanentes y que las puertas del templo permanecerán abiertas para los fieles y visitantes.
Mientras tanto, la organización Just Stop Oil defendió las acciones de sus integrantes, argumentando que los verdaderos culpables son quienes promueven la explotación de combustibles fósiles. En un comunicado, lamentaron que “se les prohíba el derecho a protestar mientras los verdaderos criminales siguen libres”.
La frase “La ignorancia genera confianza más frecuentemente que el conocimiento”, escrita por Darwin, adquiere una irónica relevancia en este contexto. Mientras los activistas buscan concienciar sobre la crisis climática, sus métodos generaron controversia por dañar patrimonios culturales y obras de arte.
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